No más limosnas

Muchas vidas han salvado nuestros heroicos bomberos, no obstante que durante décadas han tenido que enfrentar la falta de apoyo y hasta la incomprensión no solamente por parte de nuestros gobiernos, sino también por algunos sectores de la sociedad.

El abogado y notario público Jorge Julián Chávez Murillo, a nombre de la Asociación Estatal de Bomberos de Sinaloa, puso el dedo en la llaga y presentó hace casi un año iniciativa de reforma legal ante el Congreso del Estado para que nuestros apagafuegos sean oficialmente reconocidos como servidores públicos.

O lo que es lo mismo, formalizar a estos cuerpos en los presupuestos oficiales tanto del gobierno estatal como de los municipales.

Necesitamos bomberos mejor capacitados y con el equipo necesario, y eso reclama mucho más que las miserias con que ahora se les apoya financieramente.

Se trata de salvar más vidas, y de proteger mejor las propiedades de todos los sinaloenses.

En otras entidades del país, los bomberos son respaldados por el gobierno y realizan un trabajo mejor para beneficio de todos.

Tomemos el ejemplo de Mexicali, ciudad con una población y un presupuesto casi similares a los de Culiacán, pero con diferencias abismales en cuanto al financiamiento y operación del cuerpo de los “traga fuegos”.

Vea usted: Mexicali tiene reconocidos a sus bomberos en el presupuesto municipal, y en este año le asignaron 123 millones 585 mil 784.40 pesos, mientras que en Culiacán el respaldo financiero del ayuntamiento no llega en este año a los 10 millones de pesos.

En la capital bajacaliforniana operan 24 estaciones de bomberos, con capacidad para llegar mucho más rápido al lugar en que se presente una emergencia, mientras que en Culiacán hay únicamente tres estaciones, con prácticamente todas las sindicaturas y comunidades rurales en un abandono casi criminal.

Los apaga incendios mexicalenses cuentan con vehículos más nuevos y modernos, con cursos de capacitación permanentes, mientras que en Culiacán y en Sinaloa, aunque a algunos les parezca una expresión dura, se la pasan operando con limosnas.

En Mazatlán acaba de suceder un lamentable hecho que nos debe servir como acicate para empujar todos en apoyo a nuestros cuerpos de bomberos.

Un joven perdió la vida al tirarse desde una “torre” de electricidad; cayó directo al pavimento, porque no se pusieron, porque no las tienen, esas protecciones inflables que en esos casos se pueden usar.

Nos merecemos bomberos mejor equipados y mejor capacitados, porque ello puede ser para muchos la diferencia entre la vida y la muerte.

Los actuales diputados terminaron haciéndose patos en cuanto a la iniciativa qua ya referimos.

Habrá que ver cómo actúan los legisladores que están por entrar, y por supuesto cuál será la posición que asuman el gobernador entrante, Quirino Ordaz Coppel, y los dieciocho presidentes municipales.

Hay omisiones que cuestan vidas, y por supuesto que lo podemos aplicar en el caso que hoy comentamos.

Pendientes.