Sinaloa: el gobernador vuelve a atacar a Radio UAS

Álvaro Aragón Ayala

Con intenciones malévolas, con una calumnia infame, el gobernador Rubén Rocha Moya atacó, con saña y una vil mentira, como es su costumbre, a los colaboradores de Radio UAS -con lectura directa a los de Punto Universitario-, acusándolos de que “están llamado a la muerte para ver si hay muertos y se los cargan a Rocha”.

La expresión enfermiza, esquizofrénica, del mandatario estatal la lanzó, encolerizado, al estar atrapado por la violencia que mantiene paralizado Culiacán y que mantiene sumido en el infierno a los habitantes de otros municipios, molesto por el paro total de la UAS en respuesta a la persecución política y «contento» por el resultado del Encuentro de Beisbol de El Bienestar.

Desde el inicio de la jornada criminal, los colaboradores de Punto Universitario sacaron de su agenda el tema de la violencia y sólo lo han tocado desde el punto de vista socio-económico y en su vertiente de afectación a la población sin señalar el pleito entre grupos armados y sin culpar, pero tampoco sin exonerar, a Rubén Rocha Moya.

Pese a los señalamientos populares -la vox populi-, y la carta enviada, después de su captura, por el capo Ismael -El Mayo-Zambada que genera la hipótesis de que Rubén Rocha pudiera ser el responsable de la violencia al prestarse, quizá, a una jugada sucia que culminó con su detención y el estallamiento de la violencia, Punto Universitario de Radio UAS no ha colocado el tema ni en la mesa de información ni en la del análisis.

No obstante las teorías de la conspiración tejidas sobre el asesinato de Héctor Melesio Cuén, ex rector de la UAS, fundador del Partido Sinaloense y diputado federal electo, los colaboradores de Radio UAS tampoco han lanzado acusaciones en contra del gobernador sobre su presunta autoría intelectual del crimen ni la orden que pudo haber girado a la Fiscal Sara Bruna para que adulterara peritajes y desviara el curso de la investigación del homicidio.

Sin embargo, el gobernador atacó a los colaboradores de Radio UAS en su festejo personal del encuentro de Beisbol entre Cañeros de Los Mochis y los Tomateros de Culiacán, en el que, para medio llenar el estadio, acarrearon gente de las colonias populares y se obligó a acudir al encuentro deportivo a empleados y funcionarios del gobierno estatal y del ayuntamiento de Culiacán.

La disputa beisbolera se celebró mientras sube el número de asesinatos, “levantones”, robos de vehículos y asaltos a comercio, sin embargo, en el juego de pelota “no pasó nada”, dijo, y acusó a “los jilguerillos” de Radio UAS de querer o estar en espera de que se registren actos delictivos, porque -puntualizó- “no quieren al estado, ni quieren a la gente, lo que quieren es que se muera, que haya muertes para poder culpar al gobierno; esa se llama política chafa, horrenda”.

No es la primera ocasión- y no será la última- que el gobernador censura o criminaliza a los colaboradores del programa radiofónico molesto porque defienden la autonomía de la UAS, por las críticas a su gobierno dictatorial y fallido, generador de problemas, inventor de demandas falsas y dado a la persecución política y judicial.

Incluso, meses atrás, mandó tomar las instalaciones de Radio UAS instruyendo a una horda de salvajes para que lanzaran insultos contra los comunicadores y las autoridades de la Casa Rosalina.