Ley Airbnb: “Cerraré 6 departamentos y despediré a 4 empleados”

Erik López

El miércoles 2 de octubre fue aprobada una reforma que pone tope al número de noches que una persona puede rentar su inmueble a través de plataformas como Airbnb o Booking

Rentar un inmueble solo 180 noches al año no es negocio, por lo que Leopoldo Escobar, empresario y administrador de alojamientos a través de Airbnb en la Ciudad de México, estima que tendrá que dejar de alquilar sus departamentos y despedir a cuatro empleados.

El miércoles por la noche el Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma que limita el número de noches que una persona puede alquilar su inmueble a través de plataformas digitales como Airbnb y Booking.

La nueva regulación obliga a los llamados anfitriones a alquilar sus inmuebles solo el 50% de las noches del año; es decir, máximo 182 noches. Si los propietarios exceden este límite no podrán rentar su inmueble a través de Airbnb u otra plataforma durante un año, algo que ha despertado inquietud y molestia entre las personas que se dedican a este negocio.

“¡Es una tontería! Yo rento entre el 94% y el 100% de las noches del año. ¡340 noches de las 365! La gentrificación no se va a terminar con esto, la gentrificación exist��a antes de Airbnb y va a continuar”, reclama Leopoldo en entrevista con La Silla Rota.

“No me es costeable tener medio año vacío. No es costeable, es imposible”.

Efectos colaterales

Actualmente, Leopoldo, de 60 años, administra seis departamentos a través de Airbnb en la Ciudad de México, ubicados en las colonias Roma, Condesa, Tabacalera, Reforma y Centro. Dos de estos departamentos son suyos y el resto son de amigos y conocidos que se los rentan para que él los ofrezca en Airbnb.

Un negocio que le deja alrededor de 45 mil pesos mensuales.

“No sé qué vamos a hacer, pero por lo pronto les puedo decir que cuatro empleos se van a perder y que son de gente de escasos recursos. Tres personas de limpieza y una persona de mantenimiento. Esas cuatro personas ya no las voy a requerir, se pierden esos empleos. Ahora, ¿cuánto ganan esas personas? Yo les pago 300 pesos por medio tiempo”, señala el empresario.

“Las tres son madres de familia que les acomoda perfectamente el horario porque trabajan cuatro horas haciendo limpieza de los departamentos. En las mañanas pueden despachar a sus hijos, hacer la comida y están llegando a su casa como a las 3 o 4 de la tarde”, explica.

Además de estos empleos, dice, también se verán afectados muchos emprendimientos que ofrecen servicios a los inquilinos de Airbnb, como guías de turismo, comidas, recorridos, etcétera.

Para el señor Leopoldo, esta reforma a la Ley de Turismo de la Ciudad de México solo responde a las “presiones en redes sociales” y de “medios de comunicación” para acabar con la gentrificación.

Sin embargo, la iniciativa presentada por el jefe de Gobierno Martí Batres indica que la falta de una regulación adecuada a plataformas como Airbnb plantea desafíos en materia de seguridad, desplazamiento de residentes, calidad del alojamiento, impacto en las comunidades locales y en la equidad fiscal.

Asimismo, prohíbe registrar y ofertar mediante este tipo de plataformas digitales inmuebles destinados a vivienda social y los reconstruidos tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.

Alistan amparos vs reforma

Leopoldo señala que en las próximas semanas promoverá un amparo contra dicha reforma o se sumará a la que impulsen abogados u otros anfitriones que se ven afectados, en espera de que haya excepciones para las personas que llevan tiempo en este negocio. De lo contrario, reitera, se retirará de Airbnb.

“Hay que ver qué dicen los abogados, hay que ver cómo termina todo eso. O sea, como yo estoy viendo ahorita, si nada cambia, en mi caso sí cerraría los seis departamentos”, afirma.

Al terminar con este negocio, dice, convertirá uno de sus departamentos en oficinas y el otro lo rentará “convencionalmente”. “Cobraría más o menos lo que ganó en Airbnb”, adelanta.

¿Qué es la gentrificación?

De acuerdo con ONU Hábitat, la agencia de Naciones Unidas que promueve los asentamientos humanos un proceso de gentrificación es cuando se renueva una zona urbana y eso provoca la llegada de nuevos residentes que pueden pagar rentas más elevadas.

Eso desemboca en el desplazamiento de personas mayores que suelen tener ingresos bajos, o personas que ya no pueden pagar los alquileres elevados propios de una zona céntrica que se “pone de moda”.

Previo a la discusión de la iniciativa, legisladores y urbanistas sostuvieron que numerosos inquilinos han tenido que dejar sus viviendas porque los dueños las han habilitado como alojamientos temporales porque eso les permite ganar más.

Rentas en otros países

En otras ciudades existen restricciones al número de noches que una propiedad puede rentarse, por ejemplo, en París los propietarios deben registrarse como anfitriones en la alcaldía y el máximo de noches autorizadas para renta es de 120.

Si los anfitriones desean rentar una vivienda de su propiedad que no sea en la que viven la mayor parte del tiempo por más de 120 días debe convertirla en un alojamiento adecuado.

En Berlín, Alemania, los anfitriones deben pedir un permiso para hacer rentas temporales y las segundas residencias sólo pueden alquilarse 90 días por año.

En otra ciudad alemana, Múnich, las viviendas pueden rentarse 10 semanas al año como máximo, si se excede ese plazo debe pedirse un permiso a la alcaldía.

Ámsterdam, Holanda, impone un tope de 30 noches al año y si el dueño quiere rentarla más tiempo debe pedir un permiso.

En Estados Unidos, las ciudades de Nueva York, San Francisco y Palm Springs han establecido restricciones para las rentas de vivienda; la segunda pone un límite de 90 noches por año.