Violando la ley, la Comisión de Educación dictamina reformas a la Ley Orgánica de la UAS

Álvaro Aragón Ayala

Por órdenes del gobernador Rubén Rocha Moya y apoyados por una falsa consulta universitaria y un foro “patito”, diputados de Morena de la Comisión de Educación del Congreso Local aprobaron el dictamen pro-reforma de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa, consumando así la violación a la autonomía universitaria, a la Constitución y a la Ley General de Educación Superior.

Con las modificaciones, adiciones y derogaciones a la Ley Orgánica de la UAS realizadas al margen de la ley y que se someterá al Pleno, se pretende que para el próximo año convocar a elección de rector o rectora, y los relevos en el Consejo Universitario y Direcciones Académicas que se vayan realizando conforme vayan venciendo los periodos de sus integrantes.

En el caso de la rectoría actual, donde hay un encargado de Despacho, hay artículos transitorios en los que se establece que en el mes de abril del próxima se tendría que emitir una convocatoria para elegir rector o rectora con 30 días de anticipación al día de la jornada para efecto de que la persona que sea electa para siga tomando protesta el 8 de junio como tradicionalmente se ha venido haciendo.

En lo que se refiere a las direcciones de las Unidades Académicas, en los mismos artículos transitorios se establece que las personas que actualmente ocupan el cargo dejarán de serlo hasta que concluyan sus periodos, y que lo mismo es válido para quienes integran el Consejo Universitario.

Los integrantes de la Comisión de Educación se pasaron por el “arco del triunfo” un amparo que los inhabilita para modificar el estatuto interno de la institución, siguiendo el plan del gobernador Rubén Rocha que pretende es someter a la UAS con una ley apócrifa, sin validez constitucional.

Para sostener su reforma ilegal, los diputados de Morena y sus aliados, traidores del PRI y del PAN, estructuraron una consulta externa “universitaria” mandando imprimir 200 mil boletas para entregarlas en las mesas de opinión/votación a un universo de 175 mil universitarios. En cada papeleta se le editaron 6 preguntas. La consulta fue un fiasco. Nos universitarios no acudieron al llamado legislativo.

La consulta registró únicamente mil 350 opiniones, aun cuando en las “casillas” emitieron su “opinión” trabajadores de los ayuntamientos, empleados del Cobaes, de la UAIM, de la Universidad Pedagógica, etc.

La ANUIES precisó que cualquier iniciativa o reforma a sus leyes orgánicas deberá de contar con los resultados de una consulta previa, libre e informada a su comunidad universitaria, a los órganos de gobierno competentes de la universidad, así como de una respuesta explícita de su máximo órgano de gobierno colegiado, en este caso el H. Consejo Universitario.