Silvia Rodríguez
El Indicador del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), que emula a los ISM y PMI de otros países, cumplió 20 años de existencia y el Banco de México (Banxico) hizo un llamado para seguir desarrollando nuevos indicadores que contribuyan al estudio de la actividad económica y su comportamiento.
El Indicador IMEF es un índice de difusión que evalúa el entorno económico con base en una encuesta de cinco preguntas cualitativas, está construido para ayudar a anticipar la dirección de la actividad manufacturera y no manufacturera en México y, a partir de la evolución esperada de esos sectores, inferir la posible evolución de la economía en general en el corto plazo.
“Ante la relevancia de la información económica para la toma de decisiones, invito a todos los generadores de información a que sigamos buscando formas de innovar. Los indicadores deben evolucionar a la par de los retos que enfrenta nuestro país y del contexto internacional en el que está inmerso”, señaló la gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez.
Durante su participación en el XX aniversario del Indicador IMEF, explicó que el sector manufacturero es fundamental para la economía mexicana, debido a sus efectos de derrama en otros sectores y su alta vinculación con el sector externo, y dicho sector da señales importantes sobre la posición en el ciclo económico de la economía en su conjunto.
Aseguró que dar seguimiento con la mayor antelación posible a ambos sectores proporciona una visión más completa de la economía, ejemplo de ello es que tanto el Indicador IMEF, como los PMI de otros países, fueron herramientas cruciales para medir el impacto de la Gran Recesión de 2008 y medir su gravedad.
Victoria Rodríguez añadió que lo mismo ocurrió durante la pandemia de 2020, cuando fue necesario recurrir a distintos indicadores que proporcionaran señales sobre la magnitud de las afectaciones económicas y la posterior recuperación e indicadores de opinión empresarial como el Indicador IMEF ofrecieron información oportuna.
No obstante, advirtió que hacia adelante, será necesario contar con información relevante para hacer frente, entre otros, al reto del constante cambio tecnológico, el cual parece darse cada vez más y con mayor velocidad e incide tanto en las formas de producción, como en los hábitos de consumo de las personas.
“Asimismo, las relaciones de producción global y las cadenas internacionales de suministro se encuentran en una etapa de reconfiguración. Esta relocalización global de empresas y sus actividades serán un determinante fundamental de los patrones de comercio en las próximas décadas. Producir indicadores de mayor representatividad, de mayor cobertura temática y que se publiquen con más oportunidad debe ser una tarea permanente de todos los generadores de información”, concluyó la gobernadora del banco central.
