La complejidad de la IA en el trabajo: El mayor reto que enfrentan las empresas

Ricardo Ramírez Crescencio

En inteligencia artificial las compañías temen por la punta del iceberg tratando de evitar chocar con ella, sin conocer la profundidad y complejidad que tiene el problema.

En los últimos años la humanidad ha tenido un desarrollo tecnológico avanzado más que en todo el siglo pasado. Una de esas consecuencias es la Inteligencia Artificial Generativa (IAGen) que aparentemente está ganando terreno en los temores de los trabajadores, por la percepción de que supere las habilidades humanas.

Amin Toufani, CEO de T-Labs, mencionó durante su conferencia Inteligencia Artificial en el futuro exponencial de RH en el Congreso Internacional de Recursos Humanos de Amedirh, que esta tecnología puede hacer tareas o cálculos a una velocidad que sobre pasa la capacidad cognitiva del cerebro humano.

Como ejemplo, Toufani comentó que en su compañía la tecnología que utiliza para sus actividades laborales es igual a la productividad de diez hombres.

«Chat GPT pasó el USML, que es el examen de aplicación para ser médico en los Estados Unidos; en los siguientes años vamos a presenciar más cambios que en los últimos 60 años de la humanidad, esto no tiene precedentes, nunca se había sufrido este tipo de cambio tan acelerado».

Sin embargo, señaló que las personas deben de estar preparadas para usarlas, de esa manera, se puede potencializar cualquier tipo de labor, pero el conflicto que se manifiesta en esta era es la velocidad de la adaptabilidad humana para usarla.

El especialista aseguró que este fenómeno está ocurriendo con las empresas, lo nombró “la ceguera del Iceberg”, donde las compañías temen por la punta del iceberg tratando de evitar chocar con ella, sin conocer la profundidad y complejidad que tiene el problema.

«Sabes que hay algo que está amenazando tu vida, pero lo ignoras, esta problemática es parte del ego humano, por lo que para enfrentar la disruptividad de la inteligencia artificial, hay que regresar al origen de la humanidad, la colaboración para enfrentar los problemas, querer conocer a lo desconocido, y utilizarlo a favor de las actividades humanas para potencializarlas”.

Toufani comentó que para enfrentar a esta complejidad el ser humano debe contar con tres herramientas: reformas estructurales, desempeño y valor; ya que “sin estos tres pilares, las empresas estarán destinadas a caer”.

Adaptabilidad, la habilidad clave

Para que el Capital Humano pueda desarrollar las nuevas habilidades que necesitará para usar la inteligencia artificial, es fundamental la adaptabilidad. Amin Toufani señaló que este skill es la respuesta de la evolución del trabajo.

“El coeficiente de adaptabilidad es de los más importantes; básicamente es la manera en que las personas pueden responder a los cambios que se aproximan en los siguientes seis años, no se mide de manera cuantitativa, pero lo que sabemos de este coeficiente es que puede predecir el rendimiento, satisfacción laboral y la vida personal” añadió Amin Toufani.

El especialista mencionó que si la fuerza laboral es capaz de adaptarse a lo desconocido está destinada al éxito, pero el problema radica en que las compañías tratan de ocultarle los grandes cambios al equipo.

“Las personas más inteligentes del lugar hay que conformarlas en equipo para que puedan predicar las últimas tendencias y permearlas a la fuerza laboral, sin embargo, lo que estamos viendo es que los líderes se quedan ocultos ante esta disruptividad”.

Toufani opinó que, Recursos Humanos debe dividir a los trabajadores en dos grupos, uno que sea entrenador, abiertos al cambio y, los aprendices o asesinos de la adaptabilidad, que son los que se resisten al cambio. “Para ello se requiere tres idiomas: adaptabilidad y agilidad, tecnologías de la inteligencia artificial, y el tercer idioma es el trabajo”.

El conferencista ordenó los tres idiomas de forma jerárquica, ya que la adaptabilidad y agilidad es la base para entender las herramientas digitales, y posteriormente funcionarán para trabajar, que es el resultado final.

Por otra parte, los asesinos de la agilidad son personas tradicionales y conservadoras que están acostumbradas a un ritmo de trabajo, y buscan evitar los cambios o la adaptación a nuevas herramientas.

“Son personas que están en el ámbito laboral y se la pasan comentando, ´siempre lo hemos hecho de esta manera´, ´nunca habíamos avanzado tan rápido´ o ´simplemente así no hacemos las cosas´. Las formas de trabajar no van a regresar como eran antes, hemos visto a este tipo de personas y no podemos lidiar con ese pensamiento negativo, ya que terminan hundiendo su compañía”.