Mariuz Calvet*
En los últimos años, en el Reporte de Riesgos Globales del World Economic Forum, los temas relacionados con cambio climático y medio ambiente han ocupado los primeros lugares en la lista de riesgos a corto y mediano plazo. La mitigación y adaptación al cambio climático, los desastres naturales extremos y la pérdida de biodiversidad ocupan los primeros cuatro lugares en los riesgos para la humanidad a diez años.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que conforman la Agenda 2030, así como los Acuerdos de París, en donde 194 países presentaron sus compromisos de reducción de emisiones de CO2, representan una hoja de ruta para que la humanidad transite a un mundo más sostenible, resiliente, justo e inclusivo.
Para la consecución de esta agenda, la movilización de capital hacia el desarrollo sostenible se vuelve tema central en todos los foros y conversaciones sobre cambio climático y biodiversidad. Esta realidad se traduce en la activación de todas las instituciones del sector financiero a nivel global para incluir en sus decisiones de inversión y financiamiento los temas ambientales, sociales y de gobernanza. De los reguladores: bancos centrales, ministerios de finanzas a los fondos de inversión, fondos de pensiones, aseguradores y la banca de desarrollo y comercial.
La banca comercial es uno de los principales motores del financiamiento sostenible por el hecho del alcance que tiene con los individuos, las pequeñas empresas, que representan gran parte de la economía en mercados emergentes, así como con grandes corporativos y todos los niveles de gobierno (federal, estatal, municipal).
Para que la banca comercial contribuya contundentemente a la agenda de desarrollo sostenible, y en el caso de México, a las metas de mitigación y adaptación al cambio climático de nuestro país, se requiere una profunda transformación y un gran compromiso de largo plazo.
La Asociación de Bancos de México (ABM) ha integrado los temas de sostenibilidad desde hace más de 15 años. El Comité de Sustentabilidad en la ABM comenzó a funcionar en 2007 apoyando y acompañando a los bancos de México en el camino a un desempeño más sostenible. Un hito importante se dio en el año 2016, en donde se lanzó el Protocolo de Sustentabilidad de la ABM, en donde los bancos se comprometen a trabajar en los temas de productos financieros sostenibles, reducción de huella de operaciones, sistemas de riesgos socio-ambientales, entre otros. Hoy en día, más de 40 bancos, incluida la banca de desarrollo, son firmantes del Protocolo y en 2020 se hizo el primer reporte de avances de la banca con relación a los ejes de dicho Protocolo.
Otro paso relevante es la creación de la nueva Comisión ASG de los bancos en mayo de 2023 mediante la cual el tema de sostenibilidad se eleva al nivel de los principales temas de la banca, como los de Normatividad, Finanzas, Mercados, entre otros. El tema de sostenibilidad tiene ya un asiento en el Comité de Dirección de la ABM, lo cual muestra el compromiso del gremio con el cuidado del planeta y las personas.
En los temas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), uno de los principales componentes es la transparencia. El gremio de la banca, coordinado por la ABM, lleva más de 15 años produciendo un reporte ASG de los bancos, en donde se incluyen indicadores de temas de plantilla laboral, huella operacional, productos financieros, sistemas de riesgos, actividades de voluntariado, entre otros. El Informe ASG de la ABM ha estado, hasta el día de hoy, alineado a los marcos de reporteo de sostenibilidad más importantes a nivel global. En el reporte 2023, se continúa con la alineación de los estándares del Global Reporting Initiative, pero se ha incluido la alineación a las nuevas Normas de Información de Sostenibilidad (NIS) de México, que apenas fueron presentadas el 13 de mayo del año en curso.
La ABM ha tenido la fortuna de contar con un gran número de organizaciones aliadas con las que se han llevado a cabo cientos de horas de talleres y de capacitación en temas ASG y climáticos para los bancos. Algunas de estas instituciones son el International Finance Corporation (IFC), la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ), las Naciones Unidas (UNEP FI) y un grupo de consultores que han otorgado su tiempo y conocimiento para apoyar a los bancos en los diversos temas centrales de sostenibilidad. Así mismo, los bancos de la ABM han colaborado con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al participar en un curso sobre la Taxonomía Sostenible de México (lanzada en marzo de 2023). En dicho curso, participaron 42 bancos con más de 150 ejecutivos de los bancos de México, de las áreas de Sostenibilidad y de Riesgos, así como de las áreas Contables y de Finanzas.
Los bancos tienen una responsabilidad importante de identificar y mitigar los potenciales riesgos ambientales de los financiamientos que otorgan, por lo cual el establecimiento y consolidación de equipos preparados en los temas ambientales y climáticos es una de las prioridades.
La banca en México se sigue fortaleciendo y trabajando para ser un gremio competitivo, innovador, resiliente y que contribuya al cuidado del medio ambiente y al bienestar y desarrollo de las personas.
*La autora es Presidente de la Comisión ASG de la Asociación de Bancos de México y Chief Sustainability Offices de Santander México.
