Sufre desplome la producción nacional de azúcar por la sequía

Angélica Enciso L.

La sequía que desde hace varios años vive el país ha afectado la producción de azúcar, sobre todo por la de 2023; tan sólo en la zona noreste, que aporta 20 por ciento del total nacional, hay una caída de hasta 200 mil toneladas. A esto se suma que las condiciones climáticas en otras regiones afectaron la maduración de la caña, por lo que se estima que l producción será de 4 millones 750 mil toneladas, casi millón y medio de toneladas menos que la zafra correspondiente a 2021-2022, sostuvo Carlos Blackaller, líder de la Unión Nacional de Cañeros de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales.

Tan sólo en el ingenio San Miguel del Naranjo, ubicado en la Huasteca potosina, se perdió 75 por ciento de su producción, ya que de 180 mil toneladas de azúcar apenas se obtuvieron 40 mil toneladas en la actual zafra.

Es así que, a nivel nacional, en esta zafra 2023-2024, los resultados son mermados por el factor climático, con una caída de unas 500 mil toneladas respecto al ciclo 2022-23, cuando fueron 5 millones 200 mil toneladas, explicó el dirigente en entrevista.

Los ingenios más afectados son siete que están en el noreste del país: San Miguel del Naranjo, Plan de San Luis, Plan de Ayala y Alianza Popular, en San Luis Potosí; El Higo y Pánuco, en el norte de Veracruz, y El Mante, en Tamaulipas. En toda esa región hubo una reducción importante de lluvias.

Antes de la sequía del año pasado se presentó otra que afectó la zafra de 2019-20, cuando hubo un daño igual o casi igual de grave, afirmó Blackaller. Por esa razón, en el resto del país hay una ligera caída en rendimientos de campo, si se observa, hay una disminución en el contenido de azúcar por tonelada de caña, las condiciones climáticas afectaron el proceso de maduración del cultivo para sintetizar la sacarosa. Tienes la misma superficie, menos toneladas de caña y menos azúcar por tonelada.

Las sequías seguirán existiendo, y por desgracia la situación actual, se vuelve más recurrente. En la Huasteca dicen que cada seis o siete años había sequía, pero ahora se presentan cada tres o cuatro años.

Se buscan opciones

El dirigente consideró que una alternativa para los próximos meses es la estimulación de lluvia y la actualización de los estudios de las cuencas hidrológicas para tener una evaluación con bases técnicas suficientes que permitan hacer estrategias de planeación con el fin de recargar los mantos freáticos.

Agregó que en una reunión con el sector industrial se habló de definir zonas para reforestación, tener un ambiente más favorable para el ciclo del agua; los productores de caña plantean estrategias de manejo sustentable del cultivo para mejorar la capacidad del suelo en la retención de humedad. La estimulación de lluvias es una herramienta, pero debe ir acompañada de trabajo técnico, de productores, de la industria para incorporar practicas en la agricultura.

Recordó que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), junto con la Comisión Nacional de Zonas Áridas han impulsado el programa de estimulación de lluvias desde 2021 y ha sido efectivo en el desierto de Sonora, Chihuahua, el altiplano, la zona productora de sorgo de Tamaulipas y la península de Baja California. El programa consiste en que aeronaves específicas disparan a las nubes –que deben tener ciertas características– yoduro de plata para favorecer las precipitaciones pluviales.

La superficie productiva ahí está y con una climatología favorable México regresaría a la producción de azúcar con 5.5 millones de toneladas a 6 millones. Estimó que el monto de las exportaciones a Estados Unidos, establecidas en el T-MEC, se definirán esta semana y el país podría enviar unas 600 mil toneladas, con lo cual se garantiza el consumo nacional.