COBAES y el síndrome de la degradación

Palmiro Cervantes Jr.

El Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa en el norte de la entidad, está en medio de un incendio mezclado de caos, falta de liderazgo, pleitos y forcejeos que escombran la calidad educativa de esta institución asaltada por apetitos económicos y políticos.

Por falta de amor a la academia, profesionalismo, olfato, talento e ideas, los responsables del Cobaes degeneraron en acosos sexuales y laborales y se mueven en el centro de una infraestructura destruida y escombrada que tiró por los suelos los sueños de su fundador Antonio Toledo Corro.

Desde el Valle del Carrizo, pasando por Higuera de Zaragoza, Bachomobampo 2, Mochicahui y el plantel 117 del Ejido Mochis se esconden todo tipo de delitos que enchinan el cuero y profanan la idea de que los maestros son un modelo a seguir.

Cuando Rubén Rocha llegó a la máxima magistratura ejecutiva se realizaron los cambios de estafeta y por la vía de la trampa fue colocado como delegado académico Ulises Sandoval Valle balconeado de haber entrado por la puerta del Senador y otrora enemigo electoral del gobernador del estado, Mario Zamora Gastélum. Ulises fraguó e implementó una operación para tumbar a Lucio Antonio Tarín descubriéndole sus pecados carnales por acosos a la planta femenina en la idea de subirse al trono de coordinador regional de la zona 01, pero el enjuague le falló por que el sustituto fue Ascencion Zepeda Perea a quien para controlar la estructuras a favor del Senador, lo enamoró para tumbar con engaños al profesor Jesús Manuel Marañón Portillo ya que le estorbaba por ser parte del grupo fiel del rochismo.

Sandoval Valle fue un trabajador del Colegio Mochis propiedad de la familia Zamora y se internó al COBAES de forma perversa al hacerse pasar por conocido de algunos funcionarios morenistas, pero al mismo tiempo se alío con una estructura enemiga de la Cuarta Transformación construyendo el caos, como ocurre en Higuera de Zaragoza, donde institución es señalada de encubrir acosos sexuales; lo mismo ocurre en el Valle del Carrizo en tanto que en Bachomobampo 2 creó una lucha interna enfrentando a la planta laboral pisoteando los derechos de los empleados.

También hizo ruido descubrir la entrada al plantel de Cobaes del Ejido Mochis de una mujer tatuada hasta las cachas, adicta al cigarro, bajo un esquema psiquiátrico dudoso, que ha sido bateada por su violencia y frecuentes alteraciones mentales que desfoga violentamente contra trabajadores y que llegó como Directora a finales de enero, luego de que en Angostura demostró que no es un modelo a seguir pero con calzador la acomodaron en el plantel 43 de Mochicahui, donde sembró y cimbró a la población entera por sus escandalosos actos y el peligro que representaba para los pulmones de la comunidad estudiantil.

Nerviosos por el escenario de Cobaes se escuchó a dos trabajadoras del Colegio Mochis expresar escalofríos por las visitas frecuentes que hace Ulises Sandoval al plantel propiedad de la familia Zamora, y referir burlón que Asención Zepeda es su muñeco de trapo y en el escenario futuro no vislumbra un arreglo de la caótica atmósfera y asegurando que nadie influye en Asencion Zepeda más que él. El interés visible es mantener una pelea entre asencion Zepeda Perea contra el resto de los encargados de departamentos que se identifican como grupos rochistas y también tiene preparadas pedradas contra los enemigos de su antiguo jefe Zamora Gastelum, lo cual eriza los cabellos porque traiciona a Choni Zepeda alimentándolo con falsos halagos y hasta le hace indicaciones para atender o desatender los casos para evitar que los problemas se acaben.

Muchos se preguntan cuál es el interés de que se mantenga el caos en la zona norte y al mismo tiempo existan directivos desperfilados que no le atoran a los problemas, y prácticamente están sentenciando a ser caldo de cultivo de los vicios a la adolescencia al permitir que no se aplique la Ley Federal para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, porque ahora los acosadores, los adictos y criminales por acción u omisión están llenando las canchas de Cobaes en medio de la refriega, golpeteos y peleas sin sentido, y que estos sean el pan nuestro de cada día donde por cierto se han detectado escándalos de adicciones serias no combatidas que por tanto sentencian al vicio a los adolescentes que entran limpios y egresan contaminados.