Investigadores de la Facultad de Historia profundizan sobre la sociedad y la economía de Sinaloa durante la Revolución Mexicana

Investigadores de la Facultad de Historia, compartieron sus líneas de investigación en lo que fue una mesa de diálogo titulada Sociedad y economía en el Sinaloa revolucionario, la cual contó con la participación de Venecia Citlalli Lara Caldera, Rafael Ayala Aragón, Gustavo Aguilar Aguilar y Arturo Carrillo Rojas.

Todos ellos llevaron a los asistentes a un recorrido histórico a través de sus indagaciones relacionadas en cuatro líneas: la economía, la banca, la circulación monetaria y las pandemias en Sinaloa, todas ellas ubicadas en el periodo de la Revolución Mexicana.

En este viaje por la historia, Venecia Citlalli Lara Caldera explicó el sistema de salud del cual gozaban en aquel entonces; morbilidades como la fiebre española, la fiebre amarilla y la viruela, así como el no crecimiento de una población y sus causas.

“Estudiar las epidemias y las enfermedades nos permite poner en trasfondo lo que conocemos de la Revolución y conocer las regiones a lo largo de México y poner en retrospectiva lo que está pasando con las epidemias actualmente”, compartió.

Arturo Carrillo, a grandes rasgos habló sobre la economía, donde sectores importantes antes de la Revolución fueron la minería, la ganadería, la industria, los textiles y la agricultura como un sector menos desarrollado. Entre los daños económicos estuvo la quema de las fábricas El Coloso y La Aurora, además del saqueo de tiendas cuyos dueños eran de los ricos de la época, uniéndose a estas pérdidas daños naturales como las crecidas de agua que se tenían.

Otro exponente fue Gustavo Aguilar Aguilar, quien habló sobre la banca y el costo económico de la Revolución, que ha sido calculado en un 67 por ciento en términos de ingresos no producidos. Es así que el sistema financiero de aquella época sería desarticulado, lo que lo llevaría a ser una de las actividades más afectadas donde muchos de los usuarios retirarían sus fortunas llevándoselas al exterior, incluso darían a Huerta su apoyo, quien intervendría muchos bancos utilizando esos recursos para financiarse.

Para finalizar, Rafael Ayala Aragón compartió lo que era la circulación monetaria, los jefes revolucionarios y sus billetes, el cambio de la moneda al billete papel moneda que no era muy bien aceptado por su valor, ya que pagar de una moneda metálica de oro y plata en su valor a pasar a un papel los llevaría a cerrar la casa de moneda en 1905, proliferando así el billete revolucionario en 1913 en Sinaloa. Este sería elaborado por los mismos revolucionarios a falta de no contar con dinero, lo que sería un conflicto para los comerciantes por considerarlos no oficiales, pero estos eran aceptados de buena forma o a la fuerza.