Rebeca Gallardo
Una realidad que no podemos evitar son los desastres naturales, aunque estemos “preparados” con un protocolo de seguridad para antes, durante y después de un siniestro, siempre quedan secuelas en nuestra salud mental por dicho suceso y aquí te contamos cómo es que estos eventos impactan en nuestro estado mental.
Las situaciones de emergencia pueden desatar reacciones emocionales intensas como estrés postraumático, trastornos de ansiedad, depresión y crisis psicóticas.
De acuerdo con la psicóloga del Instituto Nacional de Salud Mental de Lima, Perú, Gissella Soria Ormachea, las víctimas de estos desastres suelen experimentar reacciones emocionales intensas con base a la experiencia vivida.
Además, citó a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la cual estima que, entre la tercera parte y la mitad de la población expuesta a algún siniestro natural, sufre alguna manifestación psicológica.
“Las víctimas pueden reaccionar mediante un comportamiento tenso, confundido o irritable, sin embargo, no llevan un tratamiento adecuado”, sostuvo la experta.
También, señaló que las personas que tienen algún diagnóstico psiquiátrico son sumamente vulnerables, ya que no cuentan con los recursos para manejar estrés o enfrentar a las consecuencias que provocan un desastre natural en su hogar.
Por otro lado, señaló que los niños son otro grupo población sensible y entre las reacciones que suelen tener son apego excesivo a los padres, orinarse en la cama, problemas para dormir, desánimo, irritabilidad y llanto frecuente.
¿Cómo puedo proteger mi salud mental después de un siniestro?
Es importante destacar que el tiempo de recuperación depende de cada sobreviviente, pueden ser unas semanas o meses, también influye el grado de afectación de las pérdidas que hayan vivido. Es fundamental entender que cada persona tiene su propio proceso y debe recibir ayuda psicológica y/o psiquiátrica según sea la indicación médica.
La especialista recomendó que se debe contar con primeros auxilios psicológicos, los cuales incluyen: dar apoyo a los familiares a través de la escucha responsable con mensajes empáticos, crear espacios seguros y abiertos de diálogo para permitir la libre expresión de lo ocurrido y de los sentimientos, pensamientos y recuerdos, siendo sumamente tolerantes y comprensivos.
Finalmente, si una persona se encuentra en tratamiento médico por algún trastorno mental, es importante que no lo abandone. En caso de ser una víctima o tener a un ser querido que esté pasando por una situación así, es importante que busque ayuda profesional y especializada, una alternativa podría ser el Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono (SAPTEL), un servicio gratuito y abierto todo el año, las líneas de comunicación son: (55) 5259 8121.
