En el paro de la FAD de la UNAM, autoridades apuestan al desgaste

Fernando Camacho Servín 

Desde mediados de febrero, la asamblea estudiantil de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la UNAM ha promovido diversas modalidades de paro con la exigencia de que se atienda un pliego petitorio de casi una veintena de puntos, pero hasta el momento las autoridades del plantel sólo han cumplido uno y parecen aplicar estrategias para “cansar” a los alumnos y no resolver sus demandas.

Así lo afirmaron jóvenes participantes en la toma del plantel, quienes resaltaron que una de sus principales peticiones es el despido de unos 40 profesores supuestamente responsables de violencia de género, pero también la mejora de sus condiciones académicas, de seguridad y de atención médica.

En entrevista con La Jornada, un grupo de estudiantes del plantel Xochimilco de la FAD explicó que los paros académicos en la unidad comenzaron el 15 de febrero, primero por tiempo indefinido, luego de forma “activa” y finalmente con la modalidad de “paro autogestivo”, es decir, sólo con la presencia de estudiantes y profesores, con clases de forma regular, pero sin permitir la entrada de trabajadores administrativos ni funcionarios.

Los alumnos, quienes prefirieron no mencionar su nombre, subrayaron que en su pliego ­petitorio exigen atención a las quejas de acoso sexual y otras formas de ­violencia de género, cometidas contra alumnas por profesores, además de mayor seguridad en las inmediaciones de la escuela, tener un servicio médico “digno” y apoyo para estudiantes con alguna ­discapacidad.

Otras demandas son anular el requisito de cumplir con cierto número de créditos para inscribirse a quinto semestre, más opciones de transporte público, mayor capacidad de almacenamiento en bases digitales, transparencia en el uso del presupuesto de la facultad, y la posibilidad de que los alumnos de diseño puedan estudiar materias de arte y viceversa.

Por su parte, alumnas del plantel Taxco subrayaron que en su campus hay por lo menos tres casos documentados de agresiones sexuales de docentes, algunos dentro de la escuela y otros en una casa que la UNAM les da a los maestros para su estancia. Asimismo, demandaron un servicio de cafetería donde puedan usar los cupones de alimentación que les dan, y la acreditación oficial de la licenciatura en arte y diseño, para aspirar a cursos de posgrado.

Los estudiantes de ambas unidades coincidieron en que el diálogo con las autoridades ha fracasado porque “sólo nos dan largas” y dicen que la solución se llevará mucho tiempo, o afirman que no se puede sancionar a docentes acosadores porque las instalaciones siguen tomadas, aunque a decir de ellos, sí ha habido alumnas que han sido castigadas a pesar del cierre.

“Quizá ya no nos tocarán algunas soluciones a lo que pedimos, pero la lucha es por los compañeros que vienen, para que no sufran con maestros acosadores y tengan una educación digna”, recalcaron.