Atraen con ‘home office’ a desempleados para estafarlos

Jared Laureles 

Para Adriana, el hecho de trabajar desde casa no sonaba descabellado, pues con la pandemia de Covid-19 la mayoría de las empresas comenzaron a implementar el homeoffice y muchas personas se emplearon bajo esa modalidad. Fue entonces que se entusiasmó al encontrar un empleo en redes sociales que le ofrecía 300 pesos diarios por publicar anuncios en grupos de Facebook.

No obstante, dedicó cuatro horas diarias de esfuerzo y dedicación a lo que resultó ser una estafa, luego de que la persona con la que únicamente se comunicó vía Whatsapp -nunca hubo un contacto verbal telefónico o personal-, le solicitó un depósito en efectivo para que pudiera recibir un primer sueldo que nunca llegó.

Si bien la oferta de vacantes falsas no es nueva, personas u organizaciones criminales han sofisticado sus mecanismos con las redes sociales para lucrar con la necesidad de las personas que buscan una oportunidad de trabajo.

De acuerdo con datos del IMSS, México perdió un millón 117 mil empleos formales tan sólo de marzo a julio de 2020. Recientemente reportó que en junio se crearon 65 mil 936 plazas, con lo que el número de asegurados sumó 20 millones 175 mil, cifra aún por debajo de los 20 millones 613 mil que se tenían hasta antes de la pandemia.

Adriana, quien tiene poco más de dos años desempleada, encontró en el grupo de Facebook “Empleos en CDMX” un anuncio que atrapó su atención: “Agencia de publicidad solicita publicadores de anuncios DESDE CASA. Sueldo $200 al día, info al whatsapp 999-497-0648”, el cual le permitiría obtener un ingreso extra y se ajustaba a su labor en el hogar, entre ellas el cuidado de su hija.

Solicitó información y recibió instrucciones mediante mensajes “muy estructurados”. El trabajo consistía en publicar 80 veces en distintos grupos de Facebook un anuncio por medio del cual se solicitaba choferes para Uber. Tal actividad le redituaría 200 pesos diarios, pero podía obtener bonos si publicaba más.«La vacuna de AstraZeneca es segura, eficaz y los beneficios superan los riesgos» según la EMA

Inició el 29 de mayo y se unió entonces a 20 grupos de bolsas de trabajo de la Ciudad de México en esa red social. Cada 30 minutos publicaba hasta acumular 130 anuncios diarios y por las noches enviaba un informe. Cuenta que ese anuncio lo difundió durante cinco días, pero después le indicaron cambiarlo por otro. Se trató de la misma publicación por la que ella cayó en esa oferta laboral falsa.

Al final, un día antes de la quincena, se comunicaron con ella y le enviaron un estado de cuenta a su nombre que reflejaba 3 mil 900 pesos de su primer sueldo. Pero, le argumentaron, por “cuestiones de Hacienda”, sólo podían pagarle en una tarjeta de nómina Citibanamex que ellos mismos tramitaron. La persona que se identificó como Lic. Tania Aguilar le solicitó depositar 100 pesos por el plástico a una cuenta HSBC a nombre de la empresa Disenium Publicidad SA de CV.

“Me extrañó que me pidieran dinero y tramitaran una tarjeta a mi nombre sin haber firmado yo un contrato”, indicó. Acudió a una sucursal Citibanamex y ahí confirmó que la cuenta bancaria no existía. Se comunicó de nuevo vía Whatsapp con quien durante 15 días conversó, pero ya no recibió respuesta.

De acuerdo con un estudio de la Asociación de Internet MX, el 54 por ciento de los mexicanos buscó empleo en redes sociales durante 2020. El uso de Twitter, Facebook e Instagram se disparó, ya que en 2019 sólo el 2 por ciento de las personas las utilizó. Sin embargo, las bolsas de trabajo en internet continúan siendo la primera opción para encontrar un puesto, con 83 por ciento de los interesados.

Pedro, estudiante de 18 años, experimentó una situación similar. Encontró una oferta laboral en Facebook para trabajar cinco horas desde casa como capturista por un sueldo de 6 mil a 20 mil pesos mensuales. Se contactó vía WhatsApp, recibió un “código de protocolo” para poder acudir a una entrevista presencial en oficinas en la zona centro de la Ciudad de México.

Realizan un examen sociométrico y sólo las “personas con un nivel de escolaridad primaria o secundaria pasan la prueba, porque son más susceptibles de ser manipulados”, comentó.

Además te advierten que “ya estás siendo investigado y que tienen la facultad de ponerte en el buró laboral”.

Una vez elegido, se da una semana de capacitación, “que no es otra cosa que es una charla motivacional”. De hecho, añade, durante este proceso “no se te menciona de la labor como auxiliar administrativo o capturista”.

En el caso de Pedro, que cumplió con el perfil, pagó 400 pesos para recibir una credencial. Posteriormente, “tienes que hacer la prueba final”, que consiste en vender perfumes por 700 pesos cada uno y acumular 4 mil 900 pesos, que deberás entregar para poder firmar finalmente un contrato laboral.

Adriana y Pedro accedieron a exponer sus casos, toda vez que “se crea una cadena fraudulenta que llega a más y más personas que terminan siendo víctimas de esta estafa”.

Publicado en La Jornada