La ola criminal y sumisión política del Consejo Estatal de Seguridad Pública

Álvaro Aragón Ayala  

Uno de los grandes males del gobierno de Quirino Ordaz Coppel es la simulación y el querer ocultar la realidad con distractores publicitarios y discursos demagógicos y el haber otorgado en concesión instituciones o entes públicos “ciudadanizados” con el propósito de que sirvan de comparas en la fabricación de falsos escenarios para intentar engañar al pueblo.  

En materia de la prevención y combate al delito, en donde todo anda de cabeza y la voz de los sinaloenses no es escuchada, pero si sofocada, vale la pena preguntarse a quien o a quienes concedió Quirino Ordaz la franquicia del Consejo Estatal de Seguridad Pública que actúa como palero de la administración estatal.

Hace poco más de una semana, cuando Ricardo Jenny del Rincón, coordinador del Consejo Estatal de Seguridad Pública, mandaba una señal de su existencia al gobernador electo Rubén Rocha Moya, con la perorata de que “en el cierre de administración y el comienzo de otra, se requiere atención de la seguridad y la justicia desde nuevos paradigmas”, fue secuestrado Jaime Andrés Osuna Magaña, presidente de la Cámara de la Industria Pesquera de Sinaloa.  

Apenas los sinaloenses se estaban enterando del crimen de Osuna Magaña cuando los medios dieron cuenta de otros dos asesinatos: Esteban López Beltrán y Ramón Rubio López, uno coordinador de la campaña de Morena en Sinaloa Municipio y el otro candidato a diputado local por el Sexto Distrito ese partido.  

Pero, destacaba Jenny del Rincón en una especie de “ey, aquí estoy”, lo que según él son “los avances en seguridad alcanzados durante los últimos años”, que no lograron comprender, sin duda, con exactitud, Osuna Magaña, pues fue secuestrado en Mazatlán y una semana después su cuerpo encontrado sin vida en el municipio de Concordia, ni tampoco Esteban López y Ramón Rubio.   

Desde su “fundación” el Consejo Estatal de Seguridad Pública no ha cumplido a cabalidad con sus funciones ya que los gobiernos que no muestran ningún interés de escuchar a la ciudadanía, la cual debería estar representada ahí en ese Consejo por criminólogos, sociólogos, sicólogos, politólogos, abogados, etc., han colocado en ese organismo a sus amigos políticos o recomendados o han concesionado ese organismo a grupos de poder para mantenerlos contentos bajo la consigna de no dejar pasar la exigencia social de mayor seguridad, combate al delito y aplicación de justicia     

El Consejo Estatal de Seguridad es una franquicia política, no un órgano ciudadanizado, sino una extensión del Tercer Piso o del gobernador Quirino Ordaz, quien marca la línea de los discursos o las “propuestas de seguridad”, sin que se pulse o valore realmente el fenómeno de la violencia y el crimen que flagela los distintos estratos de la sociedad sinaloense.  

El secuestro y asesinato del dirigente Jaime Andrés Osuna Magaña cobró notoriedad por su estatus de líder de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera en Sinaloa y los de López Beltrán y Ramón Rubio por ser destacados miembros de Morena. 

Sin embargo, todos los días se cometen crímenes deleznables, horrendos, a todo lo largo y ancho de Sinaloa; hay registros de “levantados” y desaparecidos, de localización de tumbas clandestinas, de feminicidios, asaltos, robos, etc., que no perturban la sumisa quietud de los integrantes del Consejo Estatal de Seguridad Pública.  

Eso sí, en la víspera de la integración del próximo gabinete rochista, Jenny del Rincón, envió un “ey, Rocha, aquí estoy”, una especie de grito de auxilio para que no lo dejen fuera de la jugada porque habría ya de entenderle a eso de los discursos de contención social en materia de seguridad y a las parodias de prevención y combate al delito.   

El opaco coordinador general del Consejo Estatal de Seguridad Pública, organismo “ciudadano” que en la práctica debería de ser contrapeso a las decisiones y políticas en materia de seguridad y justicia, es usado para validar las fallidas políticas anticrimen de Quirino Ordaz. O lo que es peor, le “certifica” las simulaciones en materia de combate al delito.  

La presentación de Jenny del Rincón de la nueva edición anual del diagnóstico Ciudadanos Evaluando, que “confirma el surgimiento y predominio de nuevos patrones y comportamientos de violencia en Sinaloa”, sirvió para presentar las cartas credenciales, para ser tomados en cuenta en la integración del próximo gabinete, de los personajes que manosean, maquillan o “mochan” la espeluznante cifra de crímenes, «levantados», desparecidos y secuestrados de Sinaloa.  

El Coordinador General del CESP, dijo que se reconocen los avances en seguridad alcanzados durante los últimos años, los cuales consideró obedecen en gran medida al fortalecimiento de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal con más elementos y mejor capacitados, así como a la coordinación de la SSP con la Federación y el liderazgo de los mandos militares bajo la dirección de Cristóbal Castañeda Camarillo, quien siempre encabeza los operativos.  

¿Qué tal? Y para que el gobernador Rubén Rocha este “bien informado”, Ricardo Jenny del Rincón también se publicita como un profesionista mayor de 37 años, y divulga que cuenta con una sólida trayectoria en ámbitos de la sociedad civil, administración pública, política y academia.   

Así, el CESP cobra rango también de escaparate de promoción política….  

Publicado en Expediente27