Del circo al uso de la fuerza pública en la UAS

Circo maroma y teatro. Mario Zamora Gastélum montó la obra “El Dictador de las Universidades” con un mensaje a los universitarios de que pronto llegará “el salvador” de las casas de estudios y que la autonomía del Alma Mater le vale un soberano cacahuate porque él, como el futuro Amo y Señor del Estado, impondría Rectores y directores de preparatorias, escuelas y facultades.   

Desde el graderío, los uaseños festejamos el show, pero captamos la peligrosa señal zamorana. El pasatiempo es de risión. El tejemaneje de la obra nos regresa al pasado, a la época de la barbarie universitaria. La raza se revolcó de carcajadas por las mafufadas expresadas por El Dictador. Los gritos del enano sin tapanco arrullaron el borlote. Era para el despiste: es muy claro el mensaje de la intentona de intromisión en vida interna de la Universidad. 

Para los universitarios, la campaña del candidato del PRI-PAN-PRD al gobierno de Sinaloa no deja de ser un circo lleno de bufones, el cual semeja un pequeño burlesque político con mucha propaganda para atraer la atención del respetable, carpa a la que hay que estar atentos, más allá de la risa que causa. 

En su nuevo espectáculo para la comidilla de los uaseños, Mario Zamora atrajo a ex universitarios –voces no autorizadas-, para que hablaran pestes de la UAS y pidieran su “rescate”, pero los payasos lo hicieron tan mal que desataron el chacoteo. Los chistosos parecían viajeros en el tiempo.  

Las risas se escuchaban en las graderías. Ernesto Hernández Norzagaray, El Minúsculo, brincó de contento porque dijo que iba a pecar “porque va a hablar un poco de política”. La raza universitaria casi se orinaba por la algazara: la trama de la obra está pasada de moda, pero lleva el mensaje de un virtual atentado a la autonomía universitaria. El Payaso Malvado lo sabe. Tiene años repitiendo el mismo guion.  

Ojos de Botón les chifló desde las butacas la tonadita de la mentada. Chale. El espectáculo fue muy chafa. 

Voces no autorizadas 

La neta, como dicen los plebes de la UAS. Mario Zamora no halla como ganar votos y hacer daño. La cosa universitaria no es para armar shows de circo ni para mandar señales cantinflescas de que si llega a gubernatura atentará contra la autonomía de la máxima casa.  

El circo para sacudir la “conciencia cómica” de los Universitarios lo integran voces no autorizadas, no universitarias, que solo entran a la categoría de lo chusco, lo hilarante y a veces lo grotesco: Ernesto Hernández Nozagaray, Arturo Santamaría Gómez, Ana Luz Ruelas Mojardín, Aarón Sánchez Ureta, etcétera. En la UAS no representan a nadie, no son universitarios en activo, no pertenecen a ninguna preparatoria, escuela o facultad. 

Es tradicional que Ernesto, Arturo, Ana Luz y otros jubilados, que sueñan con retornar a la UAS e imponer Rectores y condiciones, trasladen su espectáculo circense al escenario electoral. La novedad es que hayan logrado que Mario Zamora Gastélum, candidato del PRI-PAN-PRD, haya sido nombrado director y de que los invitara, conociendo como son, para que actuaran en el “El Dictador de las Universidades” en el que él, el candidato del PRI-PAN-PRD, aparece como el primer protagonista de este género literario que causa tanta risa. 

La nueva Ley General de Educación   

Las Universidades Públicas del país son regidas o normadas por la Ley General de Educación Superior. La ley reconoce la autonomía de las instituciones, así como a su régimen jurídico, autogobierno, libertad de cátedra e investigación, estructura administrativa, patrimonio, características y modelos educativos. 

La LGES precisa que los procesos legislativos relacionados con las leyes orgánicas de las universidades e instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, en todo momento respetarán de manera irrestricta las garantías de dichas instituciones, por lo que no podrán menoscabar su facultad y responsabilidad para gobernarse por sí mismas.   

“Cualquier iniciativa o reforma deberá contar con los resultados de una consulta previa, libre e informada de los órganos de gobierno competentes de la universidad o institución de educación superior a la que la ley otorga autonomía y deberá contar con una respuesta explícita de su máximo órgano de gobierno colegiado”, dice la Ley General de Educación Superior. 

La autonomía universitaria 

La autonomía le permite a las Universidades Públicas hacer frente a otros poderes políticos y económicos que busquen poner a la universidad al servicio de intereses particulares o disputar el ejercicio de la autonomía, para sujetarla o restringirla.  

La autonomía concede a las casas de estudio el derecho de autogobernarse, de construir un gobierno propio y normas que regulen los juegos de poder de sus actores, así como tener una vida política interna estructurada.  

La autonomía, además, constituye un elemento de identidad y de convocatoria a la unidad de los universitarios.  La autonomía es la que da cobertura para que la universidad determine su orden jurídico y para establecer su organización, funcionamiento y tipos de autoridad; y, por tanto, para que la autoridad y la comunidad tomen decisiones libremente sobre el desarrollo institucional y sobre los modos de vinculación con el marco social que rodea a la universidad. 

Las otras Universidades 

Seguramente, por sus rollos o mafufadas, el plan de Mario Zamora, de llegar a gobernar Sinaloa, es convertir a la UAS en un coto de poder en el que el imponga, a su libre albedrio, Rectores y Directores. Trae los genes de patrón.  

Formado en escuelas para ricos y en Universidades privadas, en donde la voz de los estudiantes, académicos y administrativos no cuenta, si llega a la gubernatura es probable que imponga su propia ley: la del garrote.  

Los payasos –voces no autorizadas de la UAS- ya pidieron el “rescate” de la máxima casa de estudios y de seguro, con el aval de quienes le piden tan aberrante acción, hasta podría usar la fuerza pública para perseguir a los universitarios que no son de su agrado. 

Ese sería el primer paso: meter a las fuerzas del orden a la UAS, iniciar una cacería contra los universitarios y terminar mutando a la UAS en una Universidad Privada. 

O que quede en las mismas condiciones que otras Universidades y escuelas de Sinaloa en donde el gobernador en turno quita y pone Rectores y directores a su antojo para que hagan en las temporadas electorales campañas a favor de los candidatos del PRI.        

Zamora ya se frota las manos por dominar totalmente la Universidad “Autónoma” de Occidente, la UAIM, la Universidad Pedagógica de Sinaloa, la Escuela Normal Experimental del Valle del Fuerte, la Universidad Politécnica de Sinaloa, el Conalep, el Icatsin y el Cobaes. 

En la UAS topará con pared: pero Zamora de llegar a ser gobernador sería capaz de usar a la fuerza pública para dominar a la institución. Por ahí va la señal. Aguas compañeros universitarios. En el circo de Zamora saca la cara un aprendiz de dictador.