Universidad-Partido, el invento perverso

¡Nos han engañado! Durante más de 8 años, un grupo de intelectualoides y de “analistas” políticos, alejados de todo rigor periodístico y reñidos con la Investigación Cualitativa, nos han estado metiendo en la mente el garlito de la existencia de la Universidad-Partido. Falseando la realidad han insultado nuestra inteligencia. Pistas del engaño las ofrece Ana Lilia Villegas Pastor en su artículo Guerrilla ‘digital’ y periodística contra la UAS. Ahora ¿A quién planean asesinar?, que invita a la reflexión sobre los orígenes de los acechos y ataques contra la casa de estudios.  

Vale la pena, es muy importante, profundizar en el artículo de Ana Lilia Villegas publicado en Ruta Sinaloa 2021 porque revela la perversidad de quienes, con el cuento de la Universidad-Partido han venido vilipendiando a los universitarios y a la sociedad sinaloense para demeritar, por un lado, el rescate y el desarrollo académico-educativo de la UAS y, por otro, pretender conculcar el derecho a la participación política de algunos académicos y administrativos del alma mater por no militar en el PRI, PAN, PRD, Morena y otros partidos. 

“La Universidad-Partido (es) un argumento para idiotas”, sostiene en su artículo Villegas Pastor, con la certeza de que idiota es una persona corta de entendimiento, tonta, que carece de instrucción. Bajo el rigor del análisis metodológico, sale a relucir que el concepto Universidad-Partido se acuñó para su repetición, para sembrarlo, cultivarlo y ser “consumido” –término usado por Lilia- como si se tratara de una verdad plena.  

“Repite una mentira con suficiente frecuencia y se convierte en verdad”, es una ley de propaganda con frecuencia atribuida al nazi Joseph Goebbels. Entre los psicólogos, esto se conoce como el efecto de la «ilusión de verdad». 

De la SEP al Instituto Estatal Electoral 

El análisis del artículo “Guerrilla ‘digital’ y periodística contra la UAS. Ahora ¿A quién planean asesinar”, obliga al uso del método comparativo para probar las falsedades en torno a la Universidad-Partido: 

  1. La universidad pública es estatal porque el Estado es la expresión de la voluntad del todo nacional. Desarrolla sus funciones fundamentales de docencia, investigación-creación y extensión. La Universidad es una institución que existe para cumplir con el derecho ciudadano a la educación; la universidad pública está comprometida a entregar a toda la comunidad del país el producto de su trabajo, extendiendo sus estudios y creaciones más allá de los límites de sus dependencias. De aquí también deriva la transparencia de su gestión y las normas que rigen su convivencia interna. 
    • En México, el sistema universitario público se financia principalmente con recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado o sancionado anualmente por la Cámara de Diputados. En la composición del subsidio ordinario a las Instituciones de Educación Superior Públicas los recursos federales representan la mayor parte con respecto al monto que aportan los gobiernos estatales. Así, por cada diez pesos, aproximadamente 7 u 8 provienen del gobierno federal y 2 o 3 de los gobiernos estatales.
    • Son tres dependencias, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Auditoría Superior de la Federación y las Auditorías de los estados, las responsables de vigilar que el presupuesto otorgado a las universidades se aplique correctamente.  
    • En México la calidad de las universidades es evaluada por varios organismos: los Comités Interinstitucionales de Evaluación de la Educación Superior (CIEES), integrado por nueve comités; el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior A. C. (COPAES), entre otros. Organismos nacionales e internacionales, miden también el ranking o la calidad de las Universidades Públicas.
  2. Los partidos políticos son entidades de interés público creados para promover la participación de la ciudadanía en la vida democrática y contribuir a la integración de la representación nacional; quienes los conforman, comparten objetivos, intereses, visiones de la realidad, principios, valores y proyectos para ejecutar total o parcialmente en gobiernos democráticos. Los partidos se encargan de presentar candidaturas a ocupar diferentes cargos políticos. También contribuyen a organizar y orientar la labor legislativa, articulan y agregan nuevos intereses y preferencias en la ciudadanía.  
    • Los partidos políticos reciben los recursos para su sostenimiento y operación de las autoridades electorales (INE y IEE). El financiamiento de los partidos políticos y candidatos independientes es la plataforma sobre la que se construye la equidad en los procesos electorales.
    •  El INE tiene la facultad de revisar el origenmonto, destino y aplicación de tales recursos, para comprobar que sean utilizados de manera correcta y conforme a lo establecido por la normatividad. En México el sistema de financiamiento es mixto. Los partidos también pueden recibir aportaciones de militantes y simpatizantes. 
    • La medición de los partidos políticos se realiza en las urnas. Son los ciudadanos los que deciden sobre la “calidad” de los proyectos de los partidos y sus candidatos y los que determinan si le otorgan o no el respaldo el día de las elecciones.  

El origen de la perversidad 

El término de Universidad-Partido lo acuñó hace 8 años un grupúsculo de universitarios –todos ya jubilados- que, a partir del 2005, comenzaron a perder privilegios en la Universidad Autónoma de Sinaloa. 

Esos universitarios, integrados ahora al “cártel de jubilados”, acoplaron sus intereses y delinearon dos proyectos: 1) “Rescatar” desde afuera a la Universidad para regresarla al modelo de la Universidad Anárquica, 2) Acotar la participación política externa de universitarios que no militen en el PRD, PRI, PAN y otros partidos (hoy Morena). Al plan se le agregó el “mecanismo de destrucción pública” a raíz del nacimiento del Partido Sinaloense, al que se sumaron universitarios que con su participación exigen posiciones en el Gobierno del Estado, el Congreso Local y los ayuntamientos. 

Quienes inventaron el concepto de Universidad-Partido vivieron de la ordeña de la Universidad Anárquica y gozaron de toda clase de privilegios bajo el estatus de “intelectuales” o de “luchadores” universitarios. Paladearon las prebendas otorgadas por algunos rectores para “movilizar” estudiantes a la Causa Izquierdista o dadas a cambio de que no emprendieran actos de agitación al interior de la Casa Rosalina. Son los mismos que a partir del 2005 empezaron a salir en “fuga”, renunciaron o pidieron sus “beneficios” de retiro al entrar la Universidad de la fase de Universidad Fábrica, Universidad-PSUM, Universidad-PCM y Universidad-PRD a la Universidad del Conocimiento. Vivían en la comodidad de la “vieja” UAS y ordeñaban su presupuesto.  

Ana Lilia Villegas Pastor, en su artículo, sostiene:

…en la UAS del pasado prevalecía la barbarie, el consumo de alcohol y drogas. La desestabilización rayaba en el caos. En aras de una mal entendida autonomía, al interior de la Universidad se vivía una época de grilla. La institución llegó a albergar una facción de guerrilleros de la Liga Comunista 23 de septiembre, que cometía asaltos, secuestros y asesinatos. La institución era un verdadero centro de adoctrinamiento político de izquierda.

Durante el periodo más radical de la UAS, administrativos y académicos, los llamados líderes universitarios concatenaron el movimiento estudiantil a los grupos campesinos, obreros y comerciantes, entre otros, apoyándolos en sus demandas y luchas. Una parte de los recursos financieros universitarios era destinada para la acción política”, relata.   

Esa pesadilla quedó atrás: la Universidad del Desorden, la que fomentaba la anarquía, pasó a la historia. Ni los partidos de la izquierda, de la derecha o los del centro, nadie, ningún partido, practica la política partidista al interior de las aulas, como antes se estilaba. Quienes rechazaron, a partir del 2005, la edificación de la Universidad del Conocimiento, la Universidad Ciencia, ya no están en la Casa Rosalina, perdieron sus cotos de poder al no poder “adoctrinar” a los alumnos en la lucha política y al no encontrar espacios para la negociación de «beneficios personales» a cambio de mantener “pacífica” a la Universidad.  

El término lo acuñaron hace poco más de 8 años con el nacimiento del Partido Sinaloense, liderado por el ex rector Héctor Melesio Cuén Ojeda, al que se sumaron decenas de universitarios para participar políticamente, en lo externo, por los cauces legales e institucionales, interesados en impulsar un proyecto político estatal que dejó en claro que las aulas, el campus, la Universidad, es para impartir conocimientos y los partidos políticos para concurrir afuera de la institución al quehacer político y social. 

La maldad y la jubilación  

En su artículo, Ana Lilia Villegas Pastor, nos ofrece muchas pistas del gran engaño de quienes nos hicieron creer sobre la existencia de la Universidad-Partido. Reseña:

  1. Sembraron la idea de que el PAS es el partido de la UAS; de que la UAS es una Universidad-Partido, lo cual – señala- es un argumento para el consumo de los idiotas. Exacto: la Investigación Cualitativa y el Método Comparativo, nos llevaron a la conclusión de que la UAS desfila por un camino diferente al del PAS. La Universidad imparte conocimiento y el PAS participa en política. Es muy amplia la diferencia. 
  2. Sembraron la idea de la corrupción y saqueo de recursos, pero las auditorías practicadas a la UAS en los últimos 16 años no han arrojado datos sobre la comisión de delitos por uso indebido de recursos ni daños patrimoniales en perjuicio de la Universidad. Las Universidad se ajusta a las nuevas normas de austeridad y de disciplina financiera.  

Dato adicional: La UAS atraviesa por un problema estructural debido al “destino” de mil 500 millones de pesos, dinero tomado del presupuesto ordinario de la institución educativa para el pago anual de las jubilaciones dinámicas. Quienes inventaron el concepto de Universidad-Partido, echaron abajo el Fideicomiso Pro-Jubilación. Se negaron a aportar cuotas para el sostenimiento de este beneficio. Llevaron su “inconformidad” a los Juzgados y se ordenó a la UAS restituir las cuotas descontadas a los trabajadores para el Fideicomiso.

La Universidad aceptó el fallo judicial. Fue generosa: si hubiera llevado el caso a otra instancia, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo más probable es que la Jubilación Dinámica ya no existiera, pues la Corte Federal habría dictaminado su inmediata cancelación bajo la premisa jurídica de que el presupuesto otorgado a la UAS es para la educación no para el pago de jubilaciones no reconocidas ni por la SEP ni por la SHyCP, y habría dictado un laudo especificando que la Universidad no estaría obligada a pagar una doble jubilación a quienes no aportan cuotas para gozar de esta prerrogativa de retiro, menos cuando por encima de ésta jubilación «aplica» otra pensión/jubilación: la del IMSS. Es una aberración jurídica laboral, dictaminaría la SCJN, otorgar dos beneficios de retiro por las mismas horas laboradas en el mismo centro de trabajo.   

  1. Sembraron la idea del “secuestro” de la UAS cuando en realidad quienes mantuvieron secuestrada a la Universidad fue la Izquierda, la izquierda del PCM, la del PSUM y la del PRD; las tres “corrientes” la sumieron en la parálisis académica y en el desparpajo administrativo. Hoy, el control académico y administrativo de la UAS lo ejercen quienes le siguen apostando a la Universidad del Conocimiento. 

La Universidad-Partido no existe….  
Richard Lizárraga Peiro

Publicado en Proyecto 3: voces que rompen el silencio