Olor a cadaverina en el PRI

La imposición de Mario Zamora y la alianza disfuncional PRI-PAN-PRD genera desbandada en el tricolor y el PAN. La renuncia de Alejandro Higuera Osuna y de Loar López a su afiliación y militancia en el PAN es síntoma del colapso que ocasionó la fusión de las tres fuerzas políticas. El olor a cadaverina en el PRI manda la putrefacta señal de que el proyecto de Mario Zamora recibe anticipadamente los santos óleos

Las reuniones cupulares con el dominguillo de procesos de selección de candidatos continúan en el PRI y en el PAN, donde se ha desatado la locura que despistan con un matrimonio político disfuncional. Definidas las precandidaturas a la gubernatura de los cuatro frentes políticos más relevantes, marcan la agenda las deserciones y los actos de rebeldía. La imposición de precandidato en el PRI descarriló proyectos de priistas. De las oficinas tricolores emana olor a cadaverina.  

El avance del PAS genera inquietud en el seno del PRI. Después del proceso de selección de los precandidatos –Héctor Melesio Cuén Ojeda y Víctor Antonio Corrales Burgueño-, la consigna es “aplastar” al PAS porque representa la fuerza, la insurgencia, la unidad ciudadana que busca un cambio verdadero, y que puede “reventar” cualquier proyecto político. 

Cuén Ojeda enloquece a sus opositores en la ruta de la elección de junio del 2021. Hay reacciones positivas a todo lo largo y ancho de Sinaloa por las megamarchas vehiculares realizadas por los pasistas en Mazatlán, Culiacán, Los Mochis y Guasave. El desfile de miles y miles de vehículos con militantes y simpatizantes del PAS tan solo es una demostración de la fuerza social del PAS y de la aceptación ciudadana. Las caravanas vehiculares representan el grito de la sociedad que exige la transformación de Sinaloa.  

Encapsulados en el desastre que ocasionó el “destape” de Mario Zamora – miles y miles de priistas se manifestaron en contra en las redes sociales-, en el PRI se valora y demoniza la participación del PAS. El miedo no anda en burro. Si se logra aterrizar el proyecto Uno por Cuatro (1X4), un militante que oriente a 4 de su familia a que voten por el Partido Sinaloense, estaría cantada la derrota del PRI y Morena y del resto de los partidos. 

El proyecto electoral pasista en busca de conseguir 400 mil o 500 mil votos es tangible. Real. Va viento en popa. Del Tercer Piso del gobierno estatal gritan la consigna “¡paren a Cuén!”. Hay desespero y enojo porque el líder estatal del PAS no pudo ser domado ni comprado. 

La elección en Sinaloa será polarizada entre cuatro fuerzas: El PAS, Morena, PRI-PAN-PRD y el Movimiento Ciudadana. Priistas de todo el estado buscan coyunturas para adherirse al proyecto pasista. Otros se mueven rumbo al MC lanzando acusaciones de corrupción contra las dirigencias del tricolor; otros más se suman a Morena.  

Cuén Ojeda se mueve estratégicamente. Si cede la candidatura será a un movimiento que represente un cambio, la transformación de Sinaloa. Por más que le ofrezcan y lo presionen no se incorporará –ha dicho- a un proyecto contra el que la luchado; no se aliará a los grupos de poder, a las nomenclaturas que han saqueado por décadas las finanzas del estado y los municipios.  

En sus recorridos por Sinaloa, el precandidato del PAS ha mandado señales de buena voluntad hacia los candidatos de la “alianza opositora”, MC y Morena. “En junio serán los sinaloenses quienes decidirán al personaje que los gobernará”, dice-  

En el PRI el “reparto” de las posiciones es accidentado. Los priistas de base trotan por el “despeñadero del desencanto”. Los seguidores de Jesús Valdez no se reponen del “golpe”. En los municipios decenas de personajes priistas de alto calado serán desplazados para dar paso a los panistas en las llamadas candidaturas “en alianza” para diputados locales, alcaldes y diputaciones federales. Panistas de alto calado están renunciado al PAN molestos con la alianza PRI-PAN-PRD. Es una alianza desarticulada, disfuncional.

La imposición de Mario Zamora causó un skock emocional entre el priisimo. De entrada, hay miles de ciudadanos que aseguran que le negarán el voto por lo que existe la posibilidad de que la precandidatura (candidatura) esté recibiendo, de antemano, los santos óleos. Sí, si huele a cadaverina por el rumbo del PRI. No duermen los domadores y domesticadores ni los chacales con certificado de origen. Los ilustres empresarios temen que se les caigan sus planes de hacer negocios al amparo del poder. 

En las líneas de las precampañas, Sergio Torres Félix, candidato de Movimiento Ciudadano, le sigue arrebatando gente al PRI; los golpes contusos contra la corrupción de importantes figuras del priismo pudieran seguir descarrilando proyectos.  

En Morena, Rubén Rocha Moyana entró a un proceso de recuperación de su salud tras ser atacado por el Covid. Los conflictos que se viven al interior de este partido son nimios comparados con la “guerra silenciosa” que se vive en las entrañas del PRI y del PAN. Panistas de viejo y nuevo cuño se van, se van, se van. Desertan, dejando como queso gruyere la alianza PRI-PAN-PRD