Montan estrategia contra la UAS para que “reviente” las jubilaciones

Es ¡otra vez! contra los trabajadores en retiro para impedir que se les paguen sus prestaciones, la jubilación dinámica, y poder así “limpiar” y rescatar las finanzas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, de acuerdo al plan de la nueva conspiración contra la casa de estudios. 

¡No se cansan! Es así que usando a supuestos “democratizadores”, sicólogos que necesitan atención siquiátrica, veladores o jardineros con disfraz de “auditores” y viejos grillos pegados al pasado caótico, que lanzan la enésima campaña de desinformación y calumnias contra la Universidad Autónoma de Sinaloa, que tiene como objetivo terminar con la “jubilación dinámica”.    

La asonada la operan los mismos de siempre, aquellos que orillaron a la cancelación del Fideicomiso Pro-Jubilación Dinámica y que han intentado “controlar” desde el exterior las decisiones de Rectoría. Crearon ahora dos “focos de agitación”-ya detectados-, con un máximo de tres maestros cada uno. En la conspiración participan también 10 empleados administrativos del área de intendencia, con nivel de preparatoria, que discuten temas contables, administrativos y financieros como si fueran especialistas.  

En la campaña antiUAS no hay razonamientos matemáticos, solo el despliegue por las redes y los medios de siempre, de elucubraciones y deducciones fuera de toda lógica contable y administrativa. “Que no entienden las cuentas del Rector”, difunden para generar sospechas, al viejo estilo, como parte de su reciente estrategia ¿Cómo van a entender si desconocen el tema? ¿Si no son especialistas en auditoría contable? ¿Sin siguiera entender, quizá, que son parte de una nueva trama que busca colapsar a la UAS para que termine de una vez por todas con el pago de la jubilación dinámica? Todo es parte del sketch. Del nuevo montaje. 

El costo de la nómina anual del personal jubilado –de la jubilación dinámica- representa un total de mil 500 millones de pesos del presupuesto de la Universidad Autónoma de Sinaloa. La carga económica es “de locura”. Los psicólogos metidos a auditores requieren entonces de urgente tratamiento psiquiátrico para entender lo que no entienden: que no saben nada de contabilidad y finanzas universitarias. 

La jubilación, Concheiro y Esteban 

En agosto del 2018, el Frente Nacional de Apoyo a la Educación Superior denunció que en algunas universidades públicas del país se pagan dobles jubilaciones o pensiones, conocidas como jubilaciones dinámicas. 

Al pedir al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, el cese de esta práctica, la organización aseguró que, derivado de esto, universidades públicas del país de diversos estados se encuentran en crisis. 

“Algunas Universidades Públicas pagan salarios completos, bonos, vacaciones, etc., a sus jubilados como si se tratara de empleados en activo. Estos reciben también sus pensiones o jubilaciones del IMSS o del ISSSTE. Gozan de dos pensiones… Forma parte de la casta de privilegiados”, detalla el documento que hicieron llegar al presidente Obrador. 

 “¿Por qué la SEP y la SHCP permiten el pago de dobles jubilaciones con recursos de las Universidades a sabiendas que esos ex empleados están inscritos en los regímenes de Seguro Social o del ISSSTE?”, se lee en el comunicado. 

En agosto del 2019, el subsecretario de Educación superior de la Secretaría de Educación Pública, Luciano Concheiro, comentó que las universidades públicas “no pueden responder a compromisos especiales para todos los que tienen derecho. Estamos ante un esquema (de pensiones) imposible de mantener. No hay dinero para solventar estas erogaciones”. 

En los trabajos de entrega-recepción de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán precisó a la nueva titular de la Secretaría, Defina Gómez: “el rescate financiero de las Universidades radica en la ‘extinción’ de las jubilaciones dinámicas”, sobre todo, de las instituciones en las que los trabajadores en activo y jubilados “se niegan a aportar recursos para gozar de este beneficio”, le dijo.  

En el caso de la UAS, para romper ese “vicio”, como lo califican los funcionarios de la Cuarta Transformación, la estrategia se basa, primero en confundir y desacreditar las medidas que se toman cada mes y cada fin de año para cumplir con el pago de la jubilación dinámica, salarios y aguinaldos. Después, vendrá la “presión federal” exigiendo la cancelación de la prestación universitaria. 

“No entiendo las cuentas del rector; el informe financiero que presentó el rector ante el Consejo Universitario me deja más dudas e incertidumbre; me preocupan las medidas que autorizó el Consejo Universitario a propuesta del rector para hacer frente a la situación económica que pasa la universidad”, divulgan. En el fondo, esas voces que no entienden nada requieren atención mental, porque, además, dibujan a la UAS como una universidad millonaria ¡el colmo! 

El diagnóstico que obra en la SEP 

La Secretaría de Educación Pública y Cultura y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público poseen el diagnóstico real de la UAS, las causas que la mantienen a la orilla de la quiebra y la obligan a cargar con un déficit de más de mil 500 millones de pesos. 

Entre esos factores sobresalen: 

1.- El gasto anual de mil 500 millones de pesos para sostener la nómina de la jubilación dinámica, que no es incluido por la SHyCP en el presupuesto de la Universidad. La Cuarta Transformación canceló los apoyos “adicionales” para hacer frente al pago de las jubilaciones universitarias. El sistema de pensiones es con cargo total a la UAS, sin apoyo de los trabajadores en activo y jubilados. 

2.-La falta de equidad en el financiamiento: el crecimiento de la matrícula y la expansión territorial de los servicios educativos de educación media superior y superior no han ido acompañados de un incremento proporcional del presupuesto. 

3.- Plantilla no financiada por la SEP: desde el año 2000 no se autorizan horas de asignatura y desde el 2010 no se autorizan plazas de mandos medios y superiores; laboran en la UAS 2 mil 523 trabajadores administrativos y 895 mandos medios y superiores no reconocidos en el presupuesto. Tanto en el nivel superior como en el medio superior, aproximadamente el 80 por ciento de los docentes son de asignatura, ya que impacta fuertemente el hecho de que, al jubilarse el personal, la plaza no queda disponible. 

4.- Programas de operación no presupuestados en el convenio de apoyo financiero. 

5.- Las cláusulas contenidas en el Contrato Colectivo de Trabajo en las cuales la institución se obliga a absorber los impuestos. 

Además, la SEP no reconoce la matrícula total de la Universidad; y en el nivel medio superior (preparatoria) se le otorga un presupuesto de 0.7 por ciento por alumno y en el nivel superior es de tan solo el 1.0 por ciento. 

La SEP delinea así las causas que le provocan un “boquete financiero” a la UAS y recomienda a la SHyCP y a otras instancias “suspender” de tajo el pago de la “jubilación dinámica” para poder nivelar el déficit financiero de la casa de estudios o bien que cree su propio sistema de jubilación con aportaciones de los trabajadores en activo y en retiro. 

Presupuestos con cero incrementos 

Quienes intentan generar confusión y dudas en torno al manejo del presupuesto de la UAS la quieren pintan como una institución “millonaria” para hacer creer a académicos y administrativos que los recursos se están desviando. La falacia no tiene límites, aunque siempre habrá quien se la crea. Este diciembre le apostaban a que el Rector no tomara medidas para garantizar el pago de salarios y del aguinaldo y que dejara a la deriva a los jubilados. 

En la conspiración, en los embrollos y elucubraciones, sin ninguna lógica matemática ni contable dejan a un lado el resultado de las investigaciones contables que le han practicado a la UAS tanto la Auditoría Superior de la Federación como la Auditoría Superior del Estado, las cuales certifican el buen manejo del presupuesto universitario y rechazan daños patrimoniales por la no detección de malversación de los dineros.   

Jaime Valls Esponda, secretario general de la ANUIES, sostuvo que con la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, son ya seis años sin que los recursos destinados a las universidades públicas del país tengan un incremento real. 

Además –indicó- las casas de estudios estatales, entre ellas la UAS, no podrán recurrir a los fondos extraordinarios federales para la atención de problemas estructurales (pago de pensiones), pues los apoyos están casi extintos.  

Así, explicó Valls Esponda, desde 2016 el presupuesto ordinario destinado a la educación superior ha «crecido» cero por ciento real.  

A la comunidad universitaria, no le debe quedar entonces ninguna duda que con la nueva estrategia contra la UAS se intenta “dinamitar” la imagen de las autoridades para que una vez debilitadas no ejerzan la suficiente presión en las acciones de defensa de la jubilación dinámica ante las autoridades federales. Es campaña de confusión y calumnias, a secas.  

    
José de Jesús Aragón Fonseca

Publicada en Parlamento Universitario parlamentouniversitario.com