Las elecciones se ganan con un voto

Las matemáticas nos indican que las elecciones se ganan con un voto, que conste. En Sinaloa, más allá de las alianzas y “pactos en la obscurito” la narrativa del anticipado triunfo electoral se rompe en las lógicas locales municipales y distritales, en donde los dispersos liderazgos de los partidos “nacionales”, reflejan la erosión de la derrota y la parálisis de dos años en los que perdieron movilidad y capacidad de gestoría.  

PRI y Morena necesitan alianzas para asegurar el triunfo electoral en el 2021, coligarse con partidos y personajes que “arrastren” votos a las urnas, no solo para ganar la elección estatal sino para asegurar escaños en el Congreso Local; uno necesita los sufragios para rescatar las principales alcaldías y no perder otros ayuntamientos y otro para garantizar la permanencia en las alcaldías y seguir ganando territorio. 

Los partidos que buscan las alianzas tienen sus propios intereses: unos tratan de sobrevivir y otros mantener la “presencia nacional” y, en la coyuntura, llevarse una tajada del pastel legislativo –local y federal- y varias alcaldías. 

Otros valoran su participación en una alianza, no para ser “devorados” por el PRI y Morena, sino para crecer y escalar posiciones electorales. Los estrategas del PRI intentan mediáticamente “empequeñecer” a sus aliados para ofrecerles migajas de lo que se disputará: gobierno estatal, diputaciones y alcaldías. 

Los analistas serios –despolitizados- plantean que las cúpulas de los tres partidos (PRI-PAN-PRD) distorsionan la aritmética electoral, sin entender que el álgebra de los votantes, en la práctica, ha sido antagónica desde sus orígenes. Hoy, los negativos de los tres partidos pesan más que su narrativa de unidad. Los votantes no quieren regresar al pasado que representan estos partidos políticos. 

La señal ominosa del PRI 

Desde las oficinas del PRI –es prolífica la red de opinólogos militantes- olvidando las ciencias exactas que apuntan a que las elecciones se ganan con un voto, se opera la asonada para intentar “atomizar” mediáticamente a los partidos con los que intentan trabar una alianza.  

Manipulan el «análisis periodístico», ofreciendo “cuentas mochas” de los resultados municipales electorales, como si el tiempo se hubiera detenido en el 2018, en el que el sunami lopezobradorista dejó sin registro en Sinaloa al Movimiento Ciudadano, al PT, PVEM, PES, Nueva Alianza y desapareció al PAIS, partido estatal, no así al Partido Sinaloense que no solo conservó sus votos, sino que los aumentó. 

Si el PAS va solo “es un fracaso anunciado”, mandan decir los tricolores. No desconocen las matemáticas electorales; por el contrario, las manejan tan bien que temen que el PAS les arrebate el poder con todo y aliancistas: con 145 mil 502 afiliados el PAS va directo a la victoria electoral, es cuestión de que cada militante concientice a 3 o 4 ciudadanos más para que acudan las urnas y así obtener los suficientes votos para aplastar al PRI-PAN-PRD y a Morena.   

Es la realidad: un alto porcentaje de sinaloenses no está inmerso en la lógica del PRI-PAN-PRD, no comulga con la mecánica de la polaridad o el ataque a la administración de Andrés Manuel López Obrador/Morena y en 2021 juzgarán los resultados del PRI/ gobierno estatal y del gobierno federal.  

La decisión electoral se cruzará en votar por una alternativa estatal (el PAS) que busque el rescate de Sinaloa y que construya una agenda de causas y atención a los problemas o elegir a los partidos que ya han gobernado y que no han logrado resolver los problemas más graves del país o bien sufragar por el partido «actual», cuya “transformación” repite prácticas del pasado y que ha sido incapaz de resolver las crisis económica y sanitaria que enfrenta nuestro país  

Cuén, Vizcarra y Gerardo 

En la ruta del 2021 es necesario analizar las dos encuestas más recientes, que ofrecen la lectura de lo que está por venir: 

La realizada por El Debate: arrojó que Héctor Melesio Cuén, Jesús Vizcarra Calderón y Gerardo Vargas Landeros fueron los más conocidos, de un total de 23 personajes analizados; en agosto el rotativo evaluó a 16  

El segundo en la lista con mejor promedio estatal es el empresario Jesús Vizcarra Calderón, quien contendiera por la gubernatura de Sinaloa en 2010, y perdiera con poco margen ante Mario López Valdez. 

En tercer lugar, destaca Gerardo Vargas Landeros, exsecretario general de Gobierno con Mario López Valdez, quien se registró ante Morena para competir por la candidatura al Gobierno de Sinaloa.  

La encuesta de El Financiero: Quirino Ordaz Coppel ya no aparece punteando en el sondeo «nacional». En el ranking de los gobernadores mejor calificados se le ubica ahora en el quinto lugar con una desaprobación a su gobierno del 40 por ciento (más lo que le agregaría la pandemia). 

El dirigente del PRI, Jesús Valdez Palazuelos, ha dicho que los priistas le apuestan a los resultados de la administración de Quirino Ordaz Coppel para ganar las elecciones 

Iniciativa Sinaloa acusa al gobernador de Sinaloa de haber aplicado 11 millones de pesos en el pago de encuestas de publicidad a su favor. 

Los riesgos de la alianza 

El periodista Armando Ojeda Camacho, en su columna “QUIRINO… ENTRE RUTAS Y GRUTAS”, ofrece una especie de alerta a quienes habrían de participar en Sinaloa en una posible alianza con el PRI. 

Así, quienes decidan pactar con el tricolor deberá navegar en el proceso electoral con la incertidumbre de una virtual traición. 

Plantea Armando: en el mundillo político estatal una pregunta rebota de boca en boca en busca de la respuesta cierta que convenza a quienes la plantean ¿Cuál será (entonces) el interés político que guiará y motivará la mano del gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz Coppel al momento de orientar el rumbo de la elección del hombre o mujer que vendrá a sustituirlo en los mandos del Estado? 

El periodista radicado en Culiacán plantea 5 preguntas: 

1.- ¿Será en realidad, el interés de sacar avante a quien lance el PRI a la contienda electoral? 

2.- ¿O será acaso que su mano poderosa buscará alentar la elección hacia un posible pacto con el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador? 

3.- Y si así fuera ¿cuál sería el compromiso? ¿Una catafixia de diputaciones federales por la gubernatura? 

4.- Y en tal caso ¿si existiera el compromiso político cupular, se les informaría a los candidatos que serán lanzados a una derrota ya pactada, y que solo irían en calidad de tontos útiles? 

5.- En el caso del candidato a gobernador, el sacrificado tendría que ser forzosamente de la alianza PRI– PAN-PRD ¿O cedería AMLO la gubernatura al PRIAN, otorgando el galardón de tonto útil al candidato de MORENA, a cambio de las legislaturas federales? 

En fin. El PRI y Morena no deben olvidar que las elecciones se ganan con un voto, pero igual, se pierden con un sufragio… 


Alvaro Aragón Ayala

Proyecto 3/Voces que rompen el silencio proyecto3.mx