Criminales y drogadictos contra la UAS

La pretensión de crear un clima de miedo y desorden en la UAS ha llevado al grupo criminal “fuerza obscura” y al “cártel de jubilados” a apoyarse en drogadictos y en especialistas en fabricación de «audios falsos”, trolls y bots, para atacar a la institución, disparando las mismas jaras y las mismas piedras de siempre, pero ahora con la “sofisticada falsedad” de burdas grabaciones, que denotan perversidad y odio sin límite contra el alma mater.

Como se sabe, un grupo de asesinos mató al director de asuntos jurídicos de la UAS, Enrique Ávila Castro, en un intento por detener el rescate y la modernización de la institución educativa. El crimen se penetró en el 2005 y hasta la fecha los homicidas gozan de entera libertad. Después vendría la formación del “cártel de jubilados”, un grupúsculo que pretende regresar a la Casa Rosalina a la época de la barbarie.

Los asesinos de Ávila Castro, protegidos desde el exterior de la UAS, se mueven en las catacumbas, disfrazados de hombres honorables. Se le bautizó en el alma mater como “fuerza obscura” porque no dan la cara. Buscan maestros y estudiantes, tontos útiles a su causa de desestabilización. Orientan a los universitarios a la barbarie y al consumo de alcohol y las drogas.

El dirigente y luchador social, César del Pardo Escalante, de la CENTRAL UNITARIA DE VIVIENDA, desenmascaró al más reciente recluta o adquisición de la “fuerza obscura” y del “cartel de jubilados”, que, de acuerdo a las más recientes hipótesis policiales, “trabajan unidos” en acciones de desestabilización y descrédito de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Se trata del “psicólogo” originario de El Fuerte, Norberto Soto Sánchez, con problemas de “adicción a las drogas”.

Del Pardo Escalante reaccionó a un artículo escrito por Norberto Soto en el que lo involucra como espía del cuenismo o del Partido Sinaloense. En su defensa el luchador social precisó: “Es complicado pretender hacer un debate encubierto por razones políticas cuando la etiología del mismo es un asunto de conducta del individuo; Norberto Soto Sánchez publicó una ‘columna’ u opinión o como quieran llamarle; confieso que no sé cómo caracterizarle; dónde según él hay una ‘estructura parainstitucional que se encuentra vinculada al Partido Sinaloense (Pas) y a la Universidad Autónoma de Sinaloa a razón de realizar labores de espionaje político contra opositores al cuenismo’.”

“….según nuestro inefable columnista llega a la conclusión que la ‘operación’ de espionaje para atacar a los opositores de este partido político son cuatro personajes claves; Cesar del Pardo, Juan Francisco Soltero Sánchez, ‘un personaje sumamente gris’ de nombre Ulises Alejandro Álvarez Vega y por último el padre de su esposa, o sea su suegro, Manuel López Armenta, alias ‘el Cacho López’,; hasta ahí el ‘descubrimiento’ de esta terrorífica ‘célula parainstitucional’, cuyo prefijo pretende poner salsa y pimienta a la historieta de Norberto Soto”, expuso.

Prosiguió: “supongo que para elaborar la historieta su ‘agente’ agonista adrenérgico sintético jugó un papel fundamental y seguramente lo inspiro en el Proceso cuyo relato en la suerte de Josef K no solo lo liberaba de pruebas sino también de abogados. Conocemos amigos periodistas de Sinaloa y lejos de mostrar asombro del delirio de Norberto, sonoras carcajadas no dejaban darle ni siquiera un minuto de importancia o seriedad a la novela cuyas bases teóricas de la estructura de la misma, permitió tener varias historias a la vez que se entremezclaban; fue sorprendente; a lo último los protagonistas tendremos que ver la forma de por lo menos conocernos, tomarnos un buen café y buscar una explicación sobre las motivaciones del autor para darnos el papel estelar”.

“Por mi parte no conozco a Manuel López Armenta, alias ‘el Cacho López’ ni a Ulises Alejandro Álvarez Vega, tampoco simpatizo con el PAS ni soy parte de la comunidad universitaria de la UAS, lo que sí me consta es que Norberto es un joven inteligente cuya adicción a las drogas lo ha llevado a delirios y a falsas persecuciones y a supuestos actos de espionaje ¿Es tan importarte Norberto Soto? No creo; pero lo que sí creo es que su padre sí lo es; oficialmente es señalado como parte importante de un fraude de 70 millones contra el erario público del ayuntamiento de El Fuerte, Sinaloa”, puntualizó.

“No voy a caer en las paranoias de Norberto – señaló César del Pardo – que en su tierra lo han llevado de una conducta parasocial a una conducta antisocial que seguramente le ha hecho más pesada la carga por su adicción a las drogas y como la ‘columna’ carece de pruebas, o indicios que pongan en entre dicho la presunción de la inocencia me daré por culpable; siempre y cuando: Norberto Soto Sánchez entregue una prueba de antidoping donde compruebe que no es un adicto a varias drogas y sobre todo al Cristal”.

Cesar del Pardo termina así, su defensa. Pero para quienes saben de conspiraciones, Norberto Soto es el más reciente recluta, con una triangulación perversa, del grupo que mató al director de asuntos jurídicos de la UAS, Enrique Ávila Castro y que desde ese asesinato ha venido operando en la semiclandestinidad intentando obstaculizar el desarrollo de la Casa Rosalina; es la nueva adquisición del “cártel de jubilados” que a toda costa intenta regresar al pasado a la institución y recobrar privilegios inmerecidos.

Con peculiar regocijo, Norberto Soto difunde las difamaciones y calumnias que el diputado Pedro Villegas Lobo ha lanzado contra un grupo de universitarios a quien pretende conculcar su derecho a la participación cívica y política. Retoma Facebook anónimos – trolls y bots- y grabaciones prefabricadas en celulares para denostar a la Universidad, tal vez sin saber o sabiendo de antemano que las “pruebas”, que él “certifica” y difunde han sido elaboradas en los “cuartos de guerra” del grupo criminal “fuerza obscura” y del “cártel de jubilados”.

No hay nada de que espantarse. Lo que escribe o difunde por encargo Norberto Soto son “clonaciones”, repeticiones de las difamaciones y calumnias, esos mismos sonsonetes que por años han escuchado los sinaloenses en voz de Ernesto Hernández Norzagaray, Marco Antonio Medrano Palazuelos, Ana Luz Ruelas Mojardín, Jorge Delgado y Florina García, y otros más, sobre quien recae la culpa de que esté en riesgo el pago de las jubilaciones a alrededor de 6 mil exempleados de la UAS…..