La pantomima de Medrano

Con la intención de secuestrar el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Sección Administrativos, y volverlo a convertir, ahora desde afuera, en un negocio particular y con el propósito de “reventar” a la UAS,  el ex universitario Marco Antonio Medrano Palazuelos, armó otra pantomima ridícula y escandalosa.

En la gran farsa de Medrano, la elección del nuevo secretario general del SUNTUAS-administrativo está siendo usada también como pretexto para retomar la conspiración externa contra la Universidad y violentar su autonomía.

A sabiendas de que es rechazado por la comunidad universitaria, desde el exterior, Medrano Palazuelos apenas pudo integrar, con vacíos de origen e irregularidades, una planilla con sus parientes y los pocos amigos que le quedan para competir por la dirigencia del SUNTUAS-administrativo. “A ver si pega”, dijo. 

Así, con una planilla, incluso incompleta, de 38 personas, y con el apoyo mediático y el respaldo de un grupúsculo de jubilados –universitarios no activos sin derecho a voto-, Medrano armó su pantomima, arrastrando a unos cuantos no pensantes que no analizan ni conocen la realidad universitaria, la cual vive una etapa de estabilidad y desarrollo académico.

Medrano es un ex trabajador de la UAS; falló en el 2010 en su pretensión de convertirse en dirigente del SUNTUAS-Administrativos, tras ser rechazado por los trabajadores. En su trayectoria sindical sumó una serie de tropelías en perjuicio de los agremiados al sindicato. Fue expulsado de la UAS al negarse a regresar a su centro de trabajo. Los afiliados al SUNTUAS-Administrativos siempre que lo ven le dedican una frase: “que lo compre el que no lo conoce”.

En la vieja UAS, aquella del saqueo, aun sin arribar a la secretaría general, Medrano Palazuelos usó el sindicato para chantajear a las autoridades, hacer pingües negocios y traficar con las plazas administrativas. Tomó la agrupación como un coto familiar, creando una especie de “cártel” que se le  desintegró con el paso del tiempo.

Le quedan a Medrano alrededor de 38 “simpatizantes”, con quienes, desde afuera de la UAS, armó su planilla irregular para -según él y sus aliados externos- hacer estallar a la universidad.

El plan de Medrado es muy claro. Ya se sabe como piensa y cómo actúa.

  1. En una jugada perversa pretendió tomar el control del Colegio Electoral que norma las elecciones del sindicato. Desde el exterior propuso una planilla mocha, incompleta. La idea fue la siguiente: Si pegaba bueno y si se le rechazaban, el plan era y fue generar la idea de que su propuesta no pasó porque, alega, tienen secuestrada a la universidad, su viejo cuento de siempre.
  2. Desde afuera mandó al Colegio Electoral a registrar su planilla, integrada por sus parientes –su hermana Angélica Medrano la encabeza-, con vicios de origen. El plan es buscar su registro ilegal para penetrar a la Universidad con su sonsonete de que hay que «rescatarla». Esa planilla no cuenta, lo sabe bien, pero la usa para reforzar su pantomima y su conspiración contra la UAS.

En su farsa, se llevó al Colegio Electoral del sindicato a dos diputados de Morena, que llegaron, según ellos – eso dijeron – en calidad de “observadores” sin autorización de nadie, de ninguna autoridad, sólo con el “fuero” de diputados, realizando actividades extra y mega-legislativas, fuera de las tareas sustantivas del Poder Legislativo.

Medrano arrastró a la desestabilización de la elección del SUNTUAS-Administrativos y a su plan de “reventar” a la UAS a los diputados de Morena Pedro Lobo y Beatriz Adriana Zárate, uno egresado de la Universidad Autónoma de Occidente y la otra sin título universitario (se ostenta como secretaria), y los metió en un grave problema legal: la violación a la autonomía del sindicato administrativo.

Pedro Lobo y Beatriz Adriana incurrieron en violaciones a la ley, realizando labores no sustantivas, ajenas a su función, por los que, de determinarlo el SUNTUAS-Administrativos, pudieran ser blanco de una demanda de desafuero.

Para refrescar la memoria de los universitarios, a su paso por la secretaría de Trabajo del SUNTUAS-Administrativos, Medrano Palazuelos protagonizó el mayor fraude laboral al operar y facilitar el ingreso a la UAS de más de 400 personas sin tener ningún derecho o relación escalafonaria, provocándole un boquete financiero a la Casa de Estudios.

Amigos, compadres, vecinos y todo aquel que estuviera dispuesto a pagar una cuota económica de ingreso, impuesta por Medrano, fueron merecedores de la basificación o de otras propuestas laborales. Otro de sus negocios medranistas lo fue la recurrencia a las demandas laborales en la Junta de Conciliación, obviamente canalizadas por la vía de despachos jurídicos afines, para sacarle dinero a la UAS.

También se metió de lleno a la venta de ropa, zapatos, chamarras con los logos oficiales de la UAS, descontados vía nómina y ahora obtiene ingresos por la caja de ahorro de una Asociación de Jubilados apócrifa, que presta dinero a sus “representados”, cobrando intereses muy altos y repartiendo las ganancias entre unos cuantos.

Como Medrano finca sus negocios en la “grilla” y la desestabilización, anda caliente y desesperado buscando quien lo acompañe en su conspiración contra la UAS.

Ahorita en estos momentos, Marco Antonio Medrano Palazuelos se revuelca de risa porque su pantomima encontró eco en algunos medios de comunicación, que pretenden hacer creer que 38 medranistas que quedan en el sindicato administrativo son toda la universidad y porque tiene a dos diputados de Morena que repiten su sermón, su doctrina antiUAS, intentando meter a la discusión una iniciativa de Ley para “reformar” a la UAS, sin el consenso de la comunidad, violando la autonomía universitaria.

Todo es una pantomima…