Elección de Rector de la UAS: lucha, poder y el intento de la regresión

Desde su creación en 1873, el proceso de elección de autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa ha cambiado constantemente, no sin ausencia de conflictos. Pero por primera vez en su historia, la Ley Orgánica que actualmente rige el quehacer y el ser de la Universidad garantiza procesos tranquilos, democráticos y estabilidad académica y administrativa en la institución.

Si bien la Universidad Autónoma de Sinaloa tiene una larga historia en la que se han plasmado cambios diversos, sobre todo en la manera de elegir a sus autoridades, el tema que hoy día está de nuevo en boga es la intención de un grupúsculo de jubilados de reformar la Ley Orgánica universitaria, con el propósito de regresarla al pasado del desorden y la anti-academia.

Paradójicamente, la intención de reforma la abraza esa minoría externa, no la comunidad universitaria activa. Viene de afuera, empujada por fuerzas contrarias a los intereses supremos de la Universidad.

El texto La Elección de Autoridades en la Universidad Autónoma de Sinaloa del jubilado y ex funcionario del gabinete de Quirino Ordaz Coppel, Carlos Karam Quiñones, quien cita ampliamente diversos textos como el de la Utopía Corrompida del jubilado Carlos Calderón Viedas, y Nueva Universidad de Liberato Terán, explica, desde su punto de vista, el proceso de transformación que ha sufrido la casa rosalina.

Perversamente, en 2010, Karam Quiñones, junto con la investigadora Ana Luz Ruelas, coautora de la “Ley de los 4 Sabios”, mediante la cual se intenta desestabilizar a la UAS; la jubilada, ex diputada del PRD y abogada laboral Teresa Guerra Ochoa, y Felipe de Jesús Martínez Escalera, convirtieron una difamación en denuncia y la presentaron ante la PGR contra al ex Rector Héctor Melesio Cuén Ojeda por presunto enriquecimiento inexplicable, aunque al año siguiente la autoridad determinó que no había suficientes elementos.

La difamación-denuncia se produjo por dos motivos:

1.- Por venganza: durante el rectorado de Cuén Ojeda los demandantes perdieron los privilegios en la UAS y el trato especial que les habían dado anteriores rectores. 2.- Por motivos políticos: Cuén Ojeda competía por la presidencia municipal de Culiacán. Con la difamación-denuncia, Tere Guerra desplazó una campaña de calumnias contra el ex rector. Lo culpó, lo juzgó y lo sentenció públicamente. La denuncia no procedió. Cuén ganó las elecciones.

Los tiempos de los gobernadores

En el texto se establece que en el Siglo 19, el 5 de mayo de 1873, nació la casa rosalina como Liceo Rosales, en Mazatlán, para al año siguiente convertirse en Colegio Rosales.

En estos inicios el Rector y los profesores eran nombrados por el Gobernador con el aval del Congreso, pero cuando en 1918 se convirtió en Universidad de Occidente, obteniendo autonomía, se instauró que el Rector y el vicerrector fueran elegidos por las dos terceras partes de los miembros el Consejo Universitario.

“(Esa “autonomía) sólo fue un intento de las autoridades estatales para ponerse a tono con las tendencias nacionales y allende las fronteras”, relata el jubilado Karam.

Pero se enmendó la plana tres años después, se cambió la denominación a Colegio Civil Rosales y la nueva institución ahora era dirigida por una Junta Directiva de Estudios y un director, y éste y los profesores eran nombrados y removidos libremente por la junta.

En 1931 se creó un Consejo Directivo de la Institución, quien propondría una terna al Gobernador para que este eligiera al director del Colegio.

En 1937 se convierte en Universidad Socialista del Noroeste, pierde su autonomía, dependiendo directamente del Ejecutivo del Estado, y en 1938 se establece que el Rector de la Universidad y el Secretario General fueran designados por el Ejecutivo y durarían en el cargo todo el tiempo que este a su juicio decida.

El 9 de octubre de 1941, el Congreso emite el decreto que cambia la denominación a Universidad de Sinaloa y en 1945 en su nueva Ley Orgánica mantiene la facultad en el Gobernador de nombrar al Rector, pero este último podrá nombrar a los directores de escuelas o facultades con la ratificación del Consejo Universitario.

El 7 de diciembre de 1965 se publicó el decreto con el que se creó la Universidad Autónoma de Sinaloa. La Ley Orgánica que le da autonomía conforma por primera vez la Junta de Gobierno, integrada por siete miembros, quienes pueden nombrar y en su caso remover al Rector, así como a los directores de las escuelas.

Cinco años después una nueva reforma reduce a cinco los miembros de la Junta, y se modifica su facultad de removerlo, pudiendo hacer esto sólo mediante previa audiencia y a petición de las dos terceras partes del Consejo Universitario.

Hay que precisar: durante este tiempo la lucha por el control de la UAS cayó en las agresiones y en los enfrentamientos abiertos rayando en el asesinato y usando a los estudiantes como carne de cañón. La inestabilidad permitió la filtración en la Universidad de la guerrilla “Liga Comunista 23 de septiembre”. Estudiantes y maestros participaron en secuestros y asaltos.

La llegada de más desorden

El 11 de abril de 1972, tras revueltas de estudiantes y maestros reclamando que se había designado al Rector en ese entonces al margen de la comunidad universitaria, Gonzalo Armienta Calderón, y el deceso de dos estudiantes de preparatoria durante un enfrentamiento con policías, se publica una nueva Ley Orgánica que convierte al Consejo Universitario en máxima autoridad de la institución.

El Consejo puede, de nuevo, nombrar al Rector con el voto de las dos terceras partes de sus miembros, y sólo una mayoría calificada podría removerlo. Los directores se elegirían mediante terna que el Consejo Técnico presente al Consejo Universitario.

En medio de confrontaciones internas, el 31 de marzo de 1977 un nuevo decreto deroga la facultad del Consejo Universitario para nombrar Rector titular e instituye que este sea electo por mayoría en votación directa, universal y nominal de estudiantes y profesores correspondiendo el 50 por ciento a cada uno de estos grupos, instalando el voto paritario.

Las primeras elecciones se llevaron a cabo el 21 de mayo de ese año, aunque el decreto se publicó hasta agosto.

El Consejo Universitario adquirió la facultad de reglamentar cada proceso de elección. En 1981 se lanza la primera normativa de su parte permitiendo a los trabajadores administrativos participar.  Sin embargo, en modificaciones al reglamento el 13 de abril de 1989, el Consejo Universitario resuelve eliminar la paridad y para el proceso 1989-1993 se computa en votación unitaria y la califica por mayoría simple.

En 1993 se lanza una nueva Ley Orgánica, que implicaba para la designación del Rector que fuera electo por el Consejo Universitario de una terna que, previa “auscultación” entre los diferentes sectores de la comunidad universitaria, presentará la Comisión de Méritos Académicos y Universitarios. Dicha auscultación no implicaba (en teoría, pero si en la práctica) una elección directa y se academizaba el nombramiento de las autoridades.

Pero para el periodo 1997-2001, la auscultación se convirtió, de hecho, en una votación directa, universal y nominal, y así continuó en los dos procesos siguiente hasta el 2005, elección que ganó Cuén Ojeda, quien llegó con todo el respaldo universitario, con una amplia trayectoria académica y con intenciones de transformar a la Universidad.

El nuevo Rector (2005-2009) conocía las entrañas de la UAS-. Antes de asumir el cargo se desempeña como encargado de compras en la Universidad.

Cuén Ojeda junto con un grupo de universitarios proyectan transformar, modernizar y elevar el estatus académico y administrativo de la UAS. Dan paso de inmediato a una profunda reingeniería administrativa. La Universidad estaba plagada de “aviadores”. Encuentran resistencias.

Le asesinan al director de Asuntos Jurídicos de su gabinete universitario. Enrique Ávila Castro es encontrado muerto a los pocos días de haber iniciado sus labores. Gonzalo Armienta, director de la Facultad de Derecho -en la que el occiso impartía cátedra-, se entrevistó con el procurador Luis Cárdenas Fonseca.

En la audiencia, el director del plantel reveló que Ávila investigaba un desvío de recursos que implicaba varios millones de pesos y el otorgamiento irregular de 300 plazas sindicales, por lo que habría personas interesadas en que estas indagatorias financieras y administrativas no se dieran a conocer ni siguieran adelante.

Armienta acusó a un «grupo interno» que ha vivido en el poder durante muchos años, pero se negó a dar nombres, porque «para eso están las autoridades».

El cuerpo de quien fue director de Asuntos Jurídicos de la UAS fue localizado debajo de un puente de la carretera internacional México 15, en el municipio de San Ignacio, con varias lesiones en el cuerpo y traumatismo craneoencefálico. El crimen aún permanece impune.

Adiós a la borracheras en la universidad

Cuén Ojeda empuja cambios en la UAS, y el 27 de julio del 2006 la comunidad universitaria en activo respalda una iniciativa que el Congreso del Estado aprueba para que el Rector sea nombrado por el Consejo Universitario en votación secreta y por cédula de una terna presentada por la Comisión Permanente de Postulación.

Quedaron atrás, así, las fenomenales borracheras, las panchangonas que se celebraban para elegir a directores y al Rector. La etapa de las eternas, periódicas, movilizaciones de alumnos de escuela a escuela para elegir directores pasaron a la historia. Los pleitos permanentes y las divisiones en los planteles para promover Rector quedaron en el pasado.

No más anarquía en la UAS, fue la norma que empujó la reforma de 27 de julio del 2006. La estabilidad alcanzada en la UAS ha permitido su crecimiento en académico y su rescate en lo administrativo. La Universidad se ubica entre las mejores instituciones de enseñanza superior del país.

El más reciente cambio fue el 30 de julio de 2013, con el gobierno de Mario López Valdez, cuando se estableció la reelección del Rector. La adecuación se realizó por la madurez alcanzada en la comunidad universitaria para elegir a sus autoridades y por la avanzada democratizadora en el país que empujó también la reelección de diputados locales, diputados federales, senadores y gobernadores.

A cinco años de distancia de ese cambio, y a 145 de iniciada su historia, la lucha con olor a conspiración por una nueva Ley Orgánica viene de afuera. Quien impulsa las iniciativas de “reforma”, conocidas como las “Ley del Caos” o la “Ley de los 4 Sabios”, cuyo contenido es regresivo y que alentarían la anarquía en la UAS, es un grupúsculo de jubilados, no los universitarios en activo. Universitarios en retiro montejados como los»veteranos» o «fósiles de la grilla», proclives a crear desorden.

En la asonada externa se ven los rostros marchitos de quienes en el 2005 se opusieron a la modernización de la Universidad.