La verdad y punto

Me contactan con alguna frecuencia con “datos duros” que según sus emisores deben servirnos para varios Altoparlantes completos en contra de Héctor Melesio Cuén Ojeda.

Los mismos señalamientos repetitivos, de que el exrector de la UAS se robó muchos millones de pesos del fideicomiso de la jubilación, y que convirtió a esta institución educativa en una olla de grillos políticos, alejada feamente de sus quehaceres y compromisos académicos.

Sobre lo primero se ha demostrado sobradamente la falsedad de las acusaciones, y sobre lo segundo dijera Cantinflas que precisamente ahí está el detalle del por qué el maestro Cuén Ojeda goza de un respeto y prestigio bien ganados.

Durante varios lustros nos tocó cubrir a la casa rosalina como fuente informativa, y fuimos testigos del antes y del ahora, con la terminación de numerosas ilegalidades e irregularidades que fueron “usos y costumbres” escandalosos en nuestra máxima casa de estudios.

Varios rectores lo intentaron, pero se quedaron en el camino; no aguantaron las presiones de quienes desde las dos secciones sindicales operaban políticamente para mantener privilegios indebidos.

Melesio Cuén tuvo el valor, y no cedió.

No más, aquella universidad con paralizaciones continuas de clases, muchas veces por puro capricho y hasta ocurrencias; son cosa del pasado los informes financieros sin facturas ni comprobantes.

Porque, aunque usted no lo crea, hubo rectorados en los que se gastaron miles de millones de pesos sin un solo documento que validara el ejercicio presupuestal.

Cada quien tiene derecho a creer lo que quiera o le convenga.

De mi parte, reitero las vivencias directas que hoy se validan de manera muy sólida por parte del gobierno y de organismos autónomos especializados: la UAS es una de las mejores universidades del país, con una superación relevante en sus niveles académicos que le han merecido reconocimientos nacionales e internacionales.

Y en cuanto a sus manejos presupuestales, lo mismo sucede tanto con las auditorías gubernamentales como con las externas.

Por ello tengo un excelente concepto de Cuén Ojeda, quien fue puntal indiscutible en lo comentado.

Cuando haga cosas indebidas, tengan ustedes la seguridad de que aquí se lo cuestionaremos.