Resurgen los fantasmas del pasado

Todavía no terminaba el primer mes de gobierno de Mario López Valdez, en enero del 2011, un asesinato conmocionó a la opinión pública: Luis Pérez Hernández, uno de los operadores electorales y espía de Malova, fue masacrado a tiros, en Guamúchil, después de haber sido privado de su libertad en Culiacán. Después de su asesinato prosiguieron otros homicidios. Un periodista, Luis Enrique Ramírez, de Fuentes Fidedignas, huyó del estado, temeroso de ser el siguiente ejecutado ¿Qué sabe o sabía Luis Enrique que lo obligó a salir de Sinaloa y lanzar serias acusaciones contra Mario López Valdez?

Luis Pérez inició su carrera en el mundo del espionaje cuando empezó a trabajar como investigador del CISEN, dependiendo de la Secretaría de Gobernación.

Cobró fama y notoriedad pública hasta que ocupó la Dirección de Gobierno en la administración de Juan Millán, al ser señalado precisamente por miembros del Partido Acción Nacional, entre ellos el ahora diputado Manuel Clouthier de ser el espía del gobierno.

Pero también cobró fama positiva, al encabezar el grupo de élite antisecuestros que fue uno de los grandes logros que más presumió el gobierno de Juan Millán, no sólo aquí en Sinaloa, donde los empresarios, agricultores y cualquier hombre de dinero se encontraba agobiado por la ola de secuestros, sino incluso, lo “vendió” a nivel nacional como un grupo modelo a seguir en otros estados y por la misma federación.

Sin embargo, poco después llegarían los escándalos, la polémica y la mala fama pública. Era un hombre que acumuló mucho poder por el tipo de información y la gran cantidad de información que almacenaba en su poder.

En ese tiempo Pérez Hernández fue considerado uno de los hombres más poderosos de Sinaloa. Y es que siempre se sospechó y así lo denunciaron connotados panistas en más de una ocasión, que el exagente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, operó desde la Dirección de Gobierno, un sofisticado aparato de espionaje que le permitió poseer información confidencial de empresarios, políticos, funcionarios, partidos y otras organizaciones sociales y no gubernamentales.

Al término del sexenio de Juan Millán, todo parecía sonreírle a Luis Pérez. Se había ganado la gubernatura y su también compadre, Jesús Aguilar sería el nuevo gobernador.

La Dirección de Gobierno que ocupó con Juan Millán, ya era poco para un Luis Pérez todopoderoso. Jesús Aguilar Padilla lo hizo subsecretario general de Gobierno.

La luna de miel y prosperidad política le duró sólo poco más de un año nada más. Luego vinieron los pleitos con su jefe inmediato, el secretario general de gobierno, Rafael Oceguera Ramos. Ahí empezaron los escándalos y su salida del gabinete y los conflictos con su compadre el gobernador Jesús Aguilar, por considerar que no lo apoyó en su pleito con Oceguera Ramos.

Luis Pérez a su salida del gobierno dejó de ser noticia y desapareció por varios meses. Después regresaría a cobrar facturas y a encabezar nuevos escándalos políticos.

En febrero de 2006 dejó de ser funcionario de gobierno del Estado y comenzó a planear la conformación de una empresa privada tal y como lo fue la empresa Grapesa con quien se dice hizo jugosos negocios personales.

Y es que en 2003, Luis Pérez fue señalado de beneficiarse en lo personal con un contrato asignado por el Consejo Estatal de Seguridad Pública a la empresa Grapesa, propiedad de Eduardo Granados Palma y quien cobró la nada despreciable suma de 11.1 millones de pesos por capacitar a mil 300 policías.

Poco después Granados Palma fue acusado y sentenciado por matar supuestamente a su novia. Meses después se escapó del penal y los escándalos de nuevo abrazaron a Luis Pérez a quien se le acusó de estar detrás de su fuga. Para despejar cualquier duda, Luis Pérez encabezó los trabajos de inteligencia que llevaron a la reaprehensión de Granados Palma en la ciudad de Guadalajara.

Ya con la experiencia de cómo se hacen negocios, fundó la firma Besafe Consultoría Inteligente S.A. de C.V. en abril, de 2007. También apareció como dueño de una empresa que construiría y administraría una pista de hielo para patinaje, que se ubicaría dentro de la Plaza Fórum. Esta noticia también provocó fuertes escándalos mediáticos por ponerse en duda el origen de la ahora cuantiosa fortuna de Luis Pérez.

Finalmente, la pista no se concluyó.

En noviembre de 2009, Pérez Hernández, protagonizó otro fuerte escándalo llevado a los medios de comunicación. Y es que el Consejo Coordinador Empresarial de Mazatlán, los acusó públicamente de pretender despojar de 30 hectáreas al Desarrollo Turístico Estrella del Mar, e incluso, se llevó éste caso hasta los tribunales.

A partir de ahí, Luis se convertiría en un hombre que encabezaba no una, sino muchas polémicas al mismo tiempo.

Para noviembre de 2009, Pérez Hernández fue culpado de ser el autor de las producciones de videos que encabezaron la campaña negra contra el gobernador en turno, Jesús Aguilar Padilla, previo a su quinto informe de Gobierno.

En ellos, se mostraban grabaciones telefónicas con la supuesta voz de Jesús Aguilar y algunos de sus hermanos, que evidenciaban supuestos actos de corrupción. También hubo videos de respuesta para Pérez Hernández, a quien acusan de espionaje telefónico, hacer negocios con el poder y enriquecimiento inexplicable entre otras cosas. Ni una ni otra acusación se llevó más lejos del terreno de la arena política.

La campaña negra también fue dirigida hacia el ahora excandidato a la gubernatura, por el PRI, Jesús Vizcarra.

El 10 de marzo de 2010, Luis Pérez Hernández sufría un duro golpe personal. Fue detenido por la Procuraduría General de la República acusado de lavado de dinero. Desde luego, sus amigos acusaron al gobernador Jesús Aguilar de estar detrás de su detención. A partir de ahí, empezó su victimización mediática.

Fue hasta el 8 de mayo de 2010, después de 60 días de arraigo concedidos por un juez federal, y dos fallidos intentos de obtener órdenes de aprehensión que logró su libertad.

La PGR lo puso en libertad bajo las reservas de ley. Desde entonces, jugó un papel muy importante en la campaña por la gubernatura, tal y como el mismo ahora gobernador Mario López Valdez, lo reconoce.

“YO SOY EL QUE SIGUE”: LUIS ENRIQUE RAMIREZ

«Yo sí siento el peligro inminente de que yo soy el que sigue, porque hay un patrón, en cuatro asesinatos recientes, incluido el de Humberto (Millán), en el que yo encajo», confiesa el periodista Luis Enrique Ramírez.

El periodista, bajo la protección de la organización internacional Artículo 19, rompe el silencio en una entrevista ayer a MVS Radio, en la Ciudad de México. Y advierte que hay un patrón en cuatro crímenes, ocurridos desde enero de este año: los de Luis Pérez, «Oli» Alonso, Francisco Urrea y el periodista Humberto Millán.

«Personas que manejan información privilegiada y ligadas a un personaje del Estado, que se llamó Luis Pérez», dijo al conductor Luis Cárdenas.

Ramírez escribía una columna en el periódico El Debate, del que salió hace más de un mes; en últimas fechas publicaba sus «Fuentes Fidedignas» en un blog, lo cual interrumpió con el crimen de Millán, huyendo del Estado.

«Yo no escribo del narco, yo no hablo ni mal ni bien del narco. Humberto Millán tampoco, y mira, no fue suficiente para seguir haciendo su trabajo y sobre todo para conservar su vida.

«Y qué es lo que pasa, Humberto Millán y yo sólo escribimos de políticos, y ahora resulta que tampoco vamos a escribir de los políticos, ¿entonces de qué vamos a escribir los comunicadores sinaloenses?», cuestiona. Ramírez asegura que él no recibió amenazas, pero tampoco Millán las tuvo, y ahora está muerto.

Y concluye, sin hacer señalamientos directos ni aportar más información, por protocolos de seguridad, que el actual Gobierno es intolerante a la crítica. “El actual Gobierno que encabeza Mario López Valdez, y cuyo Secretario General de Gobierno es Gerardo Vargas Landeros, es un Gobierno muy susceptible a la crítica, muy intolerante hacia la crítica», comenta en la entrevista. Admite que él hizo periodismo militante, apoyando la campaña de Malova. «Son apenas siete meses del nuevo Gobierno», recuerda, al advertir que «hay una situación de riesgo inminente para quienes incomodamos a los políticos. Ésa es la situación».

También revela que en sus columnas utilizaba información confidencial proveniente del espionaje que realizaba Luis Pérez, asesinado el enero pasado, tras ser privado de la libertad a las afueras de la casa de «Oli» Alonso, quien también murió asesinada en julio pasado. (Publicado por Noroeste, el día 1 de diciembre del 2011)