La estrategia del miedo y la mentira ya no funcionan

La estrategia del miedo y de la difamación no les ha servido gran cosa a los candidatos del PRI para intentar detener el avance de algunos candidatos, uno a nivel nacional y otros en las entidades federativas.  Salvo algunas capas sociales clase medieras y, sin duda, entre los principales magnates del País que captaron la magnitud de una versión, ésta si con cierto grado de credibilidad, de que les van a expropiar sus propiedades, el grueso de los mexicanos reflexiona sobre los riesgos que implicaría la pérdida de las libertades democráticas.

Lo único cierto es que por tantas mentiras que se difunden hay mucha confusión, pero hay que tomar también en consideración esas mentiras a veces fortalecen porque dibujan los procesos de ataque contra personajes que son considerados candidatos del pueblo.

A nivel “nacional” las dos más recientes encuestas de casas demoscópicas, Reforma y Bloomberg, le conceden 52 por ciento, la primera, y 45 por ciento, la segunda, a AMLO. Es decir, en relación a su encuesta anterior, estas empresas encontraron que el tabasqueño sube alrededor del 5 por ciento. Esta encuesta contrasta con otra que coloca a Obrador casi alcanzado por Ricardo Anaya, seguido por José Antonio Meade. Otros instalan en un empate técnico a Meade con López Obrador y otras indican que  Anaya ya alcanzó también a Obrador.

Las encuestadoras también viven en el mundo de la mentira. Sostienen sus nóminas difundiendo falsedades, igual que muchos medios de comunicación.

Pese a las “inyecciones de miedo” los “ideólogos” del PRI tienen la intención de escalarla, diciendo que en junio estallará la violencia en México. También el martes pasado Diego Fernández de Cevallos en el noticiero vespertino de Pepe Cárdenas, textualmente enfatizó: “el País va a estar en llamas en junio”. Lo dijo porque Junio es el mes en que el PRI “quemará sus barcos” a nivel nacional y en algunos estados ya se sabe que anda de la mano de Morena intentando frenar el avance de los candidatos del PAN-PRD-MC.

Aun con todo y esa estrategia inhibitoria nada parece detener la decisión ciudadana de votar por el cambio no tan sólo de partido en el poder sino, implícitamente, de régimen. Esto sería así cuando vemos que, según nos dicen nuevamente la gran mayoría de las encuestas, el PRI no ganaría ni una sola elección para gobernador y perdería su hegemonía en la Cámara de Diputados y en el Senado, y probablemente también perdería el grueso de las alcaldías en disputa. Este escenario abriría las posibilidades de la balcanización o la desaparición del PRI a corto plazo.

En este contexto no sorprende la declaración de Mario Zamora de que la estrategia de seguridad de Enrique Peña Nieto “es un fracaso” -¿hasta ahora se dio cuenta después de trabajar en el gobierno federal por más de 12 años?-. Hasta donde se sabe ningún candidato priista se había atrevido a calificar de tal manera la política de combate al crimen organizado del atlacomulquense, claro, de los dientes para afuera, en una estrategia electoral para ver si cacha algunos votos en Sinaloa, pues los electores prácticamente ni lo hacen en el mundo

El dicho –no pasa de esta categoría porque no ofreció soluciones. Lo dicho pues por Mario Zamora no fue tomado como un desespero electoral por el escritor de ciencia ficción –novelitas furris- Arturo Santamaría Gómez, colaborador de Noroeste, periódico símbolo de la mentira y la difamación. Hay que recordar antes de continuar que el propio dueño del diario, Manuel Clouthier calificó Santamaría como amanuense del ex gobernador Juan S. Millán (El término amanuense se usa para describir a la persona que tiene por oficio copiar escritos, pasarlos a limpio o escribir al dictado).

Arturo Santamaría aprovecho el “raite discursivo” para asegurar y colocar como una “evidencia” de que el mochitecto ex director general de la Financiera de Desarrollo Rural “cobra distancia de Peña Nieto y se diferencia de su amigo José Antonio Meade”. Lo cual es una enorme mentira. No se esperaba que su “análisis” reflejara otra cosa pues en Noroeste se ha distinguido por difundir falsedades para de ahí partir a comunicar otras mentiras o crear falsos escenarios. Repetir mentiras se ha convertido en el estilo periodístico de Noroeste.

¿Por qué lo hace así Zamora? Bueno, él y muchos más sabemos que Peña va a ser el ex Presidente más repudiado en la historia de México y que no tendrá ningún poder después del 1 de diciembre de este año. Bueno, por estrategia electoral. Anda en el tercer lugar de las preferencias electorales. Santamaría intenta hacer creer que Mario Zamora implícitamente nos está diciendo que él no le debe su candidatura al inquilino de Los Pinos sino a su amigo Meade; pero, sobre todo, lo que pretende el egresado del Tec de Monterrey es demostrar independencia y personalidad propia frente al desprestigio del esposo de La Gaviota.

Lo unico cierto es que Mario Zamora le quiere ver la cara de tontos a los electores sinaloenses.

¿Por qué lo hace? Bueno, simplemente, porque va muy abajo en las encuestas; tal y como van las cosas se ve muy difícil que ingrese al Senado. El lastre del PRI y de Peña está arrastrando a Zamora.

Luego Santamaría, en Noroeste, se va al tema ofreciendo su propia “encuesta”, ocultando deliberadamente que los únicos firmes en Sinaloa rumbo a la Cámara de Senadores son Héctor Melesio Cuén Ojeda Rocha y Sylvia Treviño y la tercera bancada es un enigma.

Ahora bien, Melesio Cuén ha salido ileso de las campañas de desprestigio sobre todo la armada por Manuel Clouthier en Noroeste, candidato que anda en el sótano electoral, pero que toma su posición como “clave” para en ocasiones apoyar a Mario Zamora del PRI y en otras a Rubén Rocha de Morena en cuyo partido “milita” su hermana Tatiana Clouthier. Noroeste ha servido para intentar linchar a Cuén Ojeda, que para desgracia de sus detractores, sigue creciendo electoralmente. Si gana Mario Zamora gana Clouthier pues se le perdonarían 100 millones de adeudos fiscales y se le apoyaría para rescatar sus empresas en quiebra.

Por consigna de Manuel Clouthier Santamaría intenta construir un escenario desfavorable para Cuén, pero lo cierto es que la ausencia de Cuén en dos debates lo hizo crecer porque no cayó en el cruce de insultos con sus opositores políticos. Tampoco se expuso a ser desacreditado. Las campañas que se han armado para dañar la imagen de la UAS también han fortalecido a Cuén porque a los sinaloenses les han servido para hacer un repaso de su gestión al frente de la Universidad y compararla con la de otros rectores. La conclusión es que Héctor Melesio Cuén plantó la semilla de la nueva alma mater que ha ganado reconocimientos por su excelencia académica y administrativa a nivel nacional e internacional.

Santamaría hace eco también a las mentiras que difunde Noroeste y como estrategia informativa contra Cuén concede grados de veracidad a las falacias y las repite y repite, cuando queda claro que únicamente los tontos, los carentes de inteligencia, creen tantas y tantas mentiras. Los ataques han colocado a Cuén como el candidato del pueblo, al que hay que vencer, y lo más probable y posible es que esta campaña en contra le sume miles y miles de votos ante la ciudadanía. Todo ello sin contar que el panismo sinaloense le está brindando todo el respaldo a lo largo y ancho de Sinaloa.

A un mes de las elecciones del 1 de julio se va dibujando una notable transformación del mapa político mexicano, donde no tan sólo habrán un partido en la Presidencia de la República y varios en el Senado, la Cámara de Diputados y en los gobiernos de nueve estados de la República. Muy seguramente habrá una hegemonía morenista o panista en una nueva estructura de poder político.

La estrategia del miedo y las mentiras que difunde Noroeste no funcionan.