El retorno de la rabia y la amargura

Sin goce de credibilidad, el “investigador” Guillermo Ibarra Escobar aprovecha otra vez el proceso electoral para convertir a la UAS en la descarga de sus odios. Quedó atrapado en la cápsula de sus propias mentiras, bajo la cruda realidad de que si nada mas hubiera  universitarios como él la UAS sería arropada por la «tragedia».

Con un articulillo de poca monta, aportando datos falsos, acreedor del Premio Por la  Falsificación de Tesis, Ibarra construye en su imaginario su universidad ideal: la que rechace aspirantes a cursar una carrera y la que se someta a su capricho, en la que impere nada más su voz.

En época reciente, el colaborador de Gremio, Carlos Leonel Reichel Mendoza, escribió un artículo que tituló “Amargura, vanidad y Dinero…”. El encabezado es más largo, amplio, pero lo planteamos así para no ofrecer lecturas misóginas. Retomamos parte del contenido de ese artículo por recobrar interés.

Haciendo a un lado a la dama, por respeto a su estatus de mujer, Reichel Mendoza describió, si nos concentramos en el varón, a un Guillermo Ibarra Escobar subyugado por su propia vanidad, arrogante, engreído…

Escribió: Es ese afán excesivo de ser admirado, amalgamado con la amargura y los fracasos, el que hunde en el descrédito a políticos, intelectuales, artistas y otros seres mundanos.

Hundir por capricho y amargura a la UAS que le ha dado y sigue dándoles todo, incluso el prestigio que ha ido, velozmente, reduciendo, tirándolo por las cañerías. Renombre que ha remplazado por el lanzamiento de calumnias. Así redacta su destino universitario Guillermo Ibarra Escobar.

Guillermo Ibarra Escobar ‘creció’ al amparo de la vieja UAS; la del desmadre. Aquella que semejaba un gigantesco antro.

De ahí, de aquel caos universitario, partieron sus primeras elucubraciones por ser Rector de la Universidad. Su proyecto fue echado por tierra por universitarios de avanzada que en menos de doce años han logrado instalar a la institución, por sus altos índices académicos, en el contexto nacional e internacional

Aquella derrota y el rescate universitario desquiciaron a Guillermo Ibarra Escobar. Sin embargo los síntomas de su locura  fueron mitigados al ser nombrado director de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas por los miembros del Consejo Universitario de la UAS.

Ibarra Escobar elogió, así, por tres años, los avances en la Universidad. Ponderó la vida democrática universitaria y el puntual quehacer del Consejo Universitario en los relevos de directores de preparatorias, escuelas y facultades.

Terminado su periodo en la Facultad, Guillermo intentó perpetuarse en el cargo a través de su pareja: Ana Luz Ruelas Mojardín. No lo logró: el Consejo Universitarios que a él lo llevó a la dirección de la FEIYPP y que en su momento aplaudió le negó el apoyo a Ruelas, frustrando así el proyecto de cacicazgo familiar.

Las agresiones a la UAS por parte de Guillermo Ibarra son una campaña sistemática de improperios y de descrédito. Sataniza un día sí y otro también a la institución e intenta hacer creer que él es orientador de una nueva generación de universitarios….

En la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas agita a los alumnos. Predica sandeces para que se manifiesten contra la UAS y sus autoridades, precisamente al viejo estilo uaseño.

Para su desgracia, su vanidad lo mata….

Que lo compre el que no lo conoce (lea usted: Investigador del CONACyt emborracha y agita a estudiantes).

El periodista y abogado, Ricardo Espinosa de Los Monteros, ha publicado varios artículos en que denuncia el plagio de tesis por parte de Guillermo Ibarra, hurtos académicos que le han servido para “escribir” sus libros.

Escribió Espinoza:

El maestro universitario Guillermo Ibarra Escobar  ‘escribió un libro’ (las comillas son mías para denotar duda respecto de su real y absoluta autoría) titulado: Culiacán, ciudad del miedo. Urbanización, Economía y violencia. Texto que tuve oportunidad de leer para constatar que casi todo el marco teórico del libro es una suerte de copia y pega con citas muy ambiguas de los autores originales en virtud del permanente parafraseo que hace de los autores originales, produciendo una nueva sintaxis que hace parecer que las ideas tomadas de esas citas son propias del maestro Ibarra Escobar.

…lo más grave del texto y esto parece permear el trabajo académico de Ibarra Escobar, es la utilización abusiva del trabajo de sus tesistas (jóvenes académicas cuyos trabajos de tesis doctoral o de Maestría son supervisados y utilizados en beneficio de Ibarra Escobar, lo que convierte al plagio en una falta ética/jurídica de mayor gravedad).

En el libro Culiacán, ciudad del miedo. Urbanización, Economía y Violencia en la página 95 encontramos, escribió Espinosa de los Monteros, el siguiente párrafo:

El Hombre adinerado se asemeja por la utilización sin escrúpulos, de cosas y personas para sus propios fines; por su duro desprecio a los sentimientos y deseos de los demás y la carencia de preocupaciones por los efectos de sus actos.

Todo parece indicar que este párrafo fue plagiado de las ideas plasmadas en los trabajos de tesis Doctoral de Iliana Padilla Reyes Doctorante en Estudios Regionales por la Universidad Autónoma de Sinaloa, y que a la sazón era asesorada por Ibarra Escobar, hasta que desistió de tal asesoría al advertir la utilización abusiva de sus propias ideas y esfuerzos académicos, en beneficio de Ibarra Escobar, que de esa forma gana puntos para la obtención de beneficios en el Sistema Nacional de Investigadores, en donde por cierto su esposa Ana Luz Ruelas es dictaminadora de la calidad de las investigaciones que se presentan ante esa instancia adscrita al CONACYT. Ibarra y Ruelas han realizado muchos trabajos en co-autoría. Saque usted las conclusiones.

Ahora con mucha rabia y tinta, Guillermo Ibarra Escobar escribió otro ataque a la universidad en la que víctima, de nuevo, de otro arranque de soberbia y de falsa “intelectualidad” quiere marcarles la agenda a los candidatos a puestos de elección popular, principalmente a los que aspiran llegar al Senado de la República.

Describe falsamente –visión crónica de su propia amargura- una universidad en “ruinas”.

Revela la intención, propia de él, no de la UAS, jamás de la UAS, de dejar fuera a aspirantes a cursar carreras universitarias e insulta a nuevos profesionistas, con maestría y doctorado, pues en su percepción unipersonal, en la Universidad “el mejor profesor” -¡plagiador!-, diría él “soy yo”.

Según la visión de Guillermo Ibarra “…en 2017-2018 admitió en Licenciatura a casi 90 por ciento de los solicitantes, más de diez veces la cuota de la UNAM que fue 8.6, más del triple de la Universidad de Guadalajara y más del doble de la BUAP. Para  atender a esa matricula se han improvisado profesores, programas, y se habilitan directivos….No hay suficiente infraestructura, equipo, se deterioran las instalaciones, el mantenimiento cae a límites de precariedad”.

Y como siempre, como siempre, pese a que organismos nacionales e internacionales, ubican a la UAS como una de las universidades más acreditadas y excelentes de México, Guillermo Ibarra, planteó todo lo contrario usando gráficas producto de su amargura, sin ningún sustento científico-estadístico.

En el artículo de Ibarra se nota el coraje por el aumento de la inscripción –masificación de la matrícula en la UAS, la llama él-, intentando “sembrar” la idea de que esos alumnos sean rechazados, porque a él, Guillermo, el soberbio, le incomoda la instrucción-capacitación académica-científica de las nuevas generaciones de sinaloenses.

Bien hicieron los consejeros universitarios en rechazar sus intenciones de dirigir a la UAS, a estas alturas miles y miles de jóvenes fueran rechazados, se les negara la oportunidad de estudiar la preparatoria o una carrera profesional en la Universidad.

Es mucha la rabia y la tinta, la amargura de Guillermo Ibarra….