El Hospital General de El Carrizo es la fúnebre antesala de la muerte

Habitantes del sur de Sonora, de la sindicatura de El Carrizo, Ahome, y El Fuerte y Choix, enfrentan la discriminación de la Secretaría de Salubridad y Asistencia y la gran farsa que representó la puesta en “funcionamiento” del Hospital Integral del Valle de El Carrizo, convertido en la antesala de la muerte.

Familiares de accidentados y de enfermos graves que han acudido al Hospital de la SSA, construido e inaugurado con bombo y platillo en El Carrizo, son asesorados por despachos jurídicos para encauzar querellas/demandas ante el Tribunal de Arbitraje Médico y la Fiscalía General del Estado, por negligencia criminal, discriminación y otros delitos relacionadas con la práctica de la medicina.

En las puertas del Hospital falleció un enfermo que fue trasladado en una camioneta blanca, de una comunidad de El Fuerte a El Carrizo, en busca de atención médica. “Así no lo puedo atender; llévenselo a Los Mochis, fue la repuesta que nos dio el ‘director’ del nosocomio, un doctor de apellido Flores”, reveló una hermana de la víctima.

Después supo que el doctor Flores es un recomendado de un político local. “Es un doctor sin experiencia, que tiene el apoyo de políticos del PRI”, dijo.

De acuerdo a las denuncias recogidas por GREMIO, al Hospital Integral han llegado golpeados, cortados, quemados, personas diabéticas o enfermas de los ojos o de la piel, que son “atendidos” con desidia o de plano se les niega el servicio médico, mandándolos a Los Mochis, cuando los padecimientos requieren de pronta atención.

En el nosocomio no se suturan ni siguiera las heridas más leves ni las luxaciones no graves.  

El proyecto inicial del Hospital Integral de El Carrizo incluía el cumplimiento de la norma oficial de Salud para poder atender a los pacientes beneficiarios del programa Seguro Popular. Se contemplaba en un principio, convertirlo en una policlínica, con todas las especialidades, con una plantilla promedio de 200 trabajadores.

La “inauguración” del Hospital se celebró con “bombo y platillo”, pero en calidad de simple dispensario en la cual laboran 6 personas, de un total de 70 profesionistas -no de 200 como es el proyecto inicial-, que se necesitan para que el nosocomio funciones en óptimas condiciones, según la confesión de Alfredo Román Messina, secretario de Salud en Sinaloa.

Messina dijo que en su “primera etapa” el Hospital “Integral” atendería a pacientes en el área de urgencias y de consulta externa. Sin embargo, no atiende a ninguna de las dos.

El hospital viola la NORMA Oficial Mexicana NOM-034-SSA3-2013, dado que carece de equipo y personal médico especializado, para prestar servicios de urgencia.

Personal de GREMIO, verificó en Culiacán y Los Mochis que el Hospital General integral de El Carrizo no cuenta con la tecnología ni personal especializado en medicina de urgencia o medicina crítica para brindar atención prehospitalaria ni para prestar servicios a los pacientes cuya condición clínica se considera que pone en peligro la vida, un órgano o su función.

No hay equipo ni medicamentos en el nosocomio para lograr las limitaciones del daño ni la estabilización orgánico-funcional de personas en estado crítico.

“El doctor Flores carece de experiencia para atender casos de urgencia. No tiene especialización. Es médico general”, explicaron en Los Mochis.

No funcionan tampoco las áreas de radiología, laboratorio y hospitalización, y odontología presta servicios a medias.

El Hospital Integral de El Carrizo aparentemente otorga “servicios” de las 8 de la mañana a las 3 de la tarde, pero regularmente el personal se va a desayunar a las 9 o a comer las 12 o cierra sus puertas a la una de la tarde. No hay servicio los sábados y domingos.

De lunes a viernes, el Hospital Integral de El Carrizo funciona como “ventanilla” del Hospital General de Los Mochis, nada más. El argumento constante del “director” es que “aquí no los podemos atender”. Ya se le murió un enfermo en las puertas del nosocomio; otros mas han salido de la “clínica”, enojados, “echando rayos y centellas” contra la Secretaría de Salubridad “porque vale madre”, dicen.

La puesta en marcha del hospital fue una pantomima. Se realizó para acallar las voces de protesta de la sociedad del Valle de El Carrizo que considera que la construcción del sanatorio esconde un multimillonario fraude.