¡Foro de grupúsculo para destruir a la UAS!

¡Qué institución tan noble es la Universidad Autónoma de Sinaloa! Desafortunadamente incomprensible e incomprendida por muchos sinaloenses incluso por algunos universitarios. Es tan noble que paga a sus jubilados- -un grupo reducido de ellos la quieren destruir- un salario completo, íntegro, sustraído -esa es la palabra- de los recursos que se deberían de destinar a la educación, ciencia, tecnología y la investigación.

Es tan noble que cubre a todos sus jubilados, sin distingos, la llamada doble pensión. Un beneficio “jubilatorio” de la que no gozan ni  los jubilados de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La UAS toma alrededor de mil 500 millones de pesos de su presupuesto para pagar la doble jubilación-pensión ¿Y quién se lo agradece? Parece que nadie. Menos los jubilados que reciben ese “beneficio”.

Para explicar. Tome nota: Cuando un trabajador cumple su edad de retiro y su patrón y él cotizan en el IMSS o en el ISSSTE tiene derecho a la pensión, no a la jubilación, pues ésta es una prestación que otorga el patrón previo convenio con el trabajador (contrato colectivo del trabajo) cuando no lo tiene inscrito en ningún régimen del seguridad social.

La UAS es tan noble que acepta pagar a sus ex trabajadores, salarios completos, pese que tiene convenio con el IMSS y a que sus trabajadores cuando se retiran cobran la pensión a esta institución. Es lo que se llama “jubilación dinámica”. Ese pago mantiene en permanente inconformidad a la SHyCP y a la SEP. Las autoridades de estas secretarías sostienen la tesis de que el presupuesto de la UAS es para educación, ciencia, fomento de la cultura, las artes, etc., no para el pago de jubilaciones, que para eso está el IMSS y el ISSSTE.

Pero es tan noble la UAS que hace hasta lo imposible por pagar esa “jubilación dinámica”.

Otro detalle: años atrás, la UAS estaba sumida en el caos. El saqueo era el signo distintito de la universidad. La institución era la vergüenza de Sinaloa y reducto de grupos de agitadores. Caldo de cultivo de seudo izquierdistas y miembros de otros partidos que usaban la universidad para sus fines personales no para impulsar la educación, la ciencia y la cultura. La francachela era el signo distintivo de la UAS. Algunos maestros no trabajaban y, además, enganchaban a los alumnos al consumo de la mariguana y el alcohol para después ser usarlos, pedirles su voto en sus “elecciones».

Varias generaciones fueron dañadas por la “vieja universidad”. Quienes mantenían el “control” de las direcciones y la rectoría se pasaban o devoraban el ciclo lectivo organizando pachangas, carnes asadas con alcohol, reparto de apoyos económicos a los alumnos, y otras detestables formas de relajamientos en lugares privados y públicos, con tal de que el día de las elecciones votaran por tal o cual candidato a rector o a director de alguna escuela o facultad.

Pasar incluso por las calles aledañas a alguna escuela o por la rectoría constituía un riesgo de ser asaltado o agredido verbalmente. Por los alrededores de las escuelas e incluso al interior de algunas de ellas era común ver a alumnos y maestros o personal administrativo, sucios, barbados, consumiendo mariguana o emborrachándose.

¡Ah! Y pobre de aquel que se atreviera a denunciar. Pobre de aquella autoridad que pidiera, cuando menos, que la universidad, mejorara. De inmediato los “revolucionarios”, los izquierdistas y rojillos universitarios le restregaban en su cara que la UAS gozaba de autonomía para normar su presente y futuro. Para construir su destino.

Esa era la realidad de la UAS…de una UAS que nadie quiere que retorne…

Ahora nos vienen a cuento o con el cuento algunos ex universitarios, jubilados, un grupúsculo, que como trabajadores en activo no hicieron nada por construir la universidad posmodernista, del futuro, nos vienen a cuento de que la nueva universidad está mal, y que van a analizar la Ley Orgánica de la UAS. En el pasado no restructuraron, no reformaron a la universidad ¿Cuál es la intención ahora de intentar engañar a los universitarios y a la sociedad? ¿Cuál? ¿Destruir a la UAS o regresarla a los tiempos del caos y al saqueo?

Esa minoría de jubilados invitó a un foro que tiene como fin sin duda  generar anarquía al interior y dibujar una pésima imagen de la UAS al exterior. Unos dicen falsamente amar a la universidad y otros gritan su engañosa preocupación por su futuro, cuando en realidad el objetivo es otro: hundirla o volver a las viejas prácticas que les permitan a ellos retornar a la UAS, a lo que más saben hacer: grillar y no trabajar.

Si logran lo primero “matarían a su gallina de los huevos de oro” y si regresan ¡dios nos agarre confesados!

Uno de los promotores del foro del insulto y la difamación es Marco Antonio Medrano. Este señor tenía su plaza en el “centro de instrumentos” de la UAS (laboratorio). Cuando mucho mantuvo su trabajo  8 años, tiempo que usó para la grilla. Quería ser dirigente del SUNTUAS-administrativos, desde donde, en contubernio con Recursos Humanos y Administrativos, hacia negocios con préstamos y venta de artículos a los trabajadores. Al no lograr la dirigencia se declaró en rebeldía y se negó a regresar a su centro de trabajo. Ahora se dedica a difamar a la UAS, a autonombrarse demócrata. Salta del PRD a Morena y de Morena al PRI.

El colmo: después de ser candidato a diputado de Morena fue promotor del candidato del PRI-PVEM, Quirino Ordaz Coppel, a quien le pedía que se metiera en los asuntos de la UAS ¿Y la autonomía? Medrano tiene 6 años que no labora en la universidad.

Otro de los foristas es Carlos Calderón Viedas, que ingresó a la UAS el uno de octubre de 1996 como personal de confianza y en  febrero de 1997 le dan tiempo completo en Economía y se jubila el 17 de octubre del 2007 con un porcentaje de 65 por ciento como Profesor Investigador de Tiempo Completo (PITC). Laboró nada más 11 años en la UAS. Tiene 6 años que se retiró. De hecho nadie se explica que hace en ese grupo pues tiene un prestigio ganado a pulso.

Otra más es María Teresa Guerra Ochoa. Es abogada litigante. Laborista. Ingresó el uno de marzo de 1979 y se jubiló el 22 de mayo del 2006,  (27 años que laboró y no laboró en la UAS). Se jubiló como PITC titular C. Durante el tiempo que estuvo «activa» generalmente estuvo comisionada o becada o de sabático, tan es  así que de abril de 1987 a marzo de 1997 no tiene ningún antecedente académico. Ella gusta de demandar laboralmente a la UAS pero a últimas fechas no ha ganado ningún juicio, salvo el que coordinó con Medrano para acabar con el Fideicomiso de la Jubilación Dinámica, litigio por el que cobraron un porcentaje a los jubilados.

El Fideicomiso es una exigencia de la SEPyC y la SEP que se debe cumplir para seguir permitiendo el pago de la doble jubilación.

Otro: David Moreno Lizárraga, ex rector de la UAS, y que fue muy cuestionado. Se le ubicó en el centro de múltiples escándalos. Sus colaboradores fueron acusados de saqueos a la universidad. Durante su periodo rectoral la universidad semejaba un infierno. La universidad se convulsionó. Ingresó a la UAS el 3 de septiembre de 1970.En aquel tiempo él se movía en Química como  dirigente del grupo de Los Enfermos. Se  jubila el 16 de mayo del 2003 como PITC Titular «C». Con este rango se alcanza alrededor de 40 mil pesos mensuales de jubilación directa pagada por la UAS, aparte de la pensión del IMSS.

Uno más es Ambrocio Mojardín Heráldez. El ingresó el 6 de enero de 1986. Esta activo adscrito a la Facultad de Psicología Culiacán, pero regularmente no trabaja frente a grupo porque en la escuela siempre le inventan alguna comisión. Guillermo Ibarra Escobar anda por las mismas. Ingresó el 2 de septiembre de 1976 y está activo en la Facultad de Estudios Internacionales y Política Públicas, igualmente que el anterior: cuando no era Director estaba comisionado o bien estaba becado.

Sigue la mata dando: Eutilberto Rojas Osuna, jubilado  desde el 16 de febrero de 1994 como PITC Asocl. «B», (estaba adscrito a la Escuela Preparatoria «Salvador Allende»). Tiene 22 años fuera de la UAS. Solapó prácticas nocivas en la institución. Se acoplaba a las mil maravillas a los viejos moldes universitarios que tanto dañó a alumnos de la universidad. Jorge Cortez Delgado, es otro más. Se jubiló el uno de septiembre del 2000 como PITC Asoc. «C»: estaba adscrito al Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, pero como siempre, nunca trabajó.

Se cierra el círculo de los jubilados enemigos de la UAS con Crescenciano Ruvalcaba Cázarez. Ingresó a la institución  el 15 de octubre de 1973. Fue Director de la FCA: se jubiló el 16 de febrero del 2000 como PITC Asoc. «D».  Cabe hacer mención que entre los jubilados figuran dos personajes que manejan una caja de ahorro cuyas «ofertas» promueven entre los trabajadores en activo, haciendo siempre el negocio de su vida, pues cobran intereses superiores a los permitidos por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Es claro que no se van de la UAS, porque ahí tienen montado sus negocios o porque añoran el retorno de los tiempos del caos.

Con estos antecedentes (hay datos más duros, que hunden a estos personajes)  el foro en torno a la discusión de la Ley Orgánica de la UAS se antoja una farsa; a ellos no los mueve el interés de la universidad, pues si así fuera no se hubieran ido. Prefirieron la jubilación que les permite ganar sin  trabajar, seguir recibiendo recursos de la UAS y la pensión del IMSS. Unos, queda muy claro, en su pasado  abrevaron de la universidad del caos y no aportaron nada para su rescate: estaban cómodos con el esquema en el que nada se vigilaba, nada se certificaba. Nada se auditaba.

¿Quién desea que el viejo régimen de la UAS regrese y colapse los programas y proyectos de estudio? ¿Qué reviente la excelencia académica universitaria? Seguramente, nada más quienes financian este tipo de “foros de linchamiento” y ese grupúsculo que see presta a destruir lo que otros con mucho esfuerzo han edificado: una universidad moderna a la altura de las exigencias de los sinaloenses.

¡Qué institución noble es la UAS! Tan noble que agarra dinero de la educación para pagarle a los jubilados que amenazan con destruirla.

Que institución tan noble es la UAS que pese a que la SHyCP y la SEP reclaman que retire la jubilación dinámica porque incurre en una práctica ilegal, protege con amor y comprensión a sus ex trabajadores, otorgándoles esa prestación, el pago del salario completo como si estuvieran en activo. Ninguna universidad se sacrifica tanto.

No cabe duda que parte de los males en la UAS radican, descansan, son atribuibles, a un grupo reducido de jubilados movidos por apetitos muy mezquinos. Por intereses anti-universitarios.