Sinaloa incendiado por la violencia

La crisis que vive Sinaloa en materia de inseguridad, llegó al extremo con los sucesos de la madrugada del pasado viernes cuando pistoleros del crimen organizado emboscaron a un convoy de militares, matando a cuando menos cinco e hiriendo aproximadamente a diez.

El hecho no es cualquier cosa. Se atentó, se lastimó y se desafió a una de las instituciones más importantes de este país.

No es sólo el suceso de las 5 o 6 muertes de soldados y de la decena de heridos. Estamos frente a la disyuntiva de que, o el Ejército actúa y pone a la delincuencia en Sinaloa y en México en su lugar, o sencillamente esto subirá de tono y las agresiones a la milicia y a los elementos de cualquier corporación se hará cosa común, agravando de paso la angustia social.

Preocupante la circunstancia del ciudadano común que se percata de que ya nada parece detener al narcotráfico y al crimen organizado, y que entonces la indefensión llegó al extremo.

El gobernador Mario López Valdez acaba de llegar de San Juan, Puerto Rico, donde ofreció total seguridad para que las empresas navieras internacionales incluyan a Mazatlán en sus cruceros.

Qué les dirá ahora cuando Sinaloa, todo, está siendo incendiado por la delincuencia, en circunstancias donde las policías parecieran limitarse a asumir el rol de víctimas, cómplices, o sencillamente mostrarse rebasadas por la delincuencia.

En el sur del estado, particularmente en Mazatlán, se sufre un alarmante repunte de la violencia.

Allá, al igual que en el resto de la entidad, la delincuencia organizada está superando con mucho los operativos especiales que se montaron con la participación de soldados, marinos, ministeriales y municipales

No olvidemos que los días que faltan para que termine el sexenio de Mario López Valdez son exactamente los mismos que faltan para que inicie el gobierno de Quirino Ordaz Coppel.

La violencia es uno de los rubros donde el fracaso del gobierno del señor López es manifiesto.

El reto aquí y entonces para el señor Ordaz es mayúsculo. Cómo, con qué y con quiénes se va a combatir a la delincuencia en Sinaloa a partir de enero próximo? La respuesta no se ve, todavía, por ningún lado.

No vivimos tiempos de milagros. Evidente entonces que la estrategia tiene que cambiar radicalmente. Por lo pronto el desafió afectó a la milicia porque se asesinó con saña al grupo de soldados. Esperemos una respuesta puntual por el bien de Sinaloa y de México.

Así están las cosas…